En medio del carnaval con que terminó el concierto de Guns n’ Roses en Chile, el sábado 29 de octubre en el Estadio Nacional, cerrando con ‘Paradise city’, Axl Rose dio un último regalo al público y tiró su micrófono al respetable. De la batahola por agarrarlo, uno solo fue el vencedor: Cristian Alarcón, fanático que se llevó el «trofeo» para su casa.
Días después de esta historia, desde Iquique, donde se encuentra por motivos laborales, Alarcón habló con el programa La Ley del Rock de Radio Futuro, donde contó cómo fue la hazaña: «Golpeó en tres personas antes y justo cayó en mis manos, lo recogí con el pecho y rápidamente me lo guardé, porque todos se empezaron a acercar». Escucha toda su historia: