Aunque parezca increíble, Disney, propietaria de Lucasfilm y de la saga «Star Wars» desde 2012, es uno de los grandes «favorecidos» por la muerte de Carrie Fisher.
La empresa firmó una póliza de seguro con Lloyd’s of London para que, en caso de que Fisher no cumpliera con su contrato de rodar tres películas, «El despertar de la fuerza» y el Episodio VIII y el IX,, recibiría 50 millones de dólares.
Medios internacionales como The Independent o Page Six dan cuenta de este acuerdo poco habitual en el mundo del cine.
La actriz, que falleció el pasado martes 27 de diciembre a los 60 años, dejó rodadas sus escenas del Episodio VIII, la próxima cinta de la saga, cuyo estreno está previsto para el 15 de diciembre de 2017.