Desde el el 7 de marzo de 2006 tiene un tranquilo puesto y con un agradable sueldo mensual de $2.815.908. Está cerca de cumplir 11 años como jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica, pero hay un problema: jamás ha ido a trabajar.
Se trata de Carles Recio, el sujeto que en el Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia es conocido como «El hombre que nunca estuvo allí», en alusión a una película de Joel y Ethan Coen.
Se creó un cargo a dedo y que nunca lo ejerció. Su puesto de trabajo se originó con el decreto 01378 emitido por el entonces presidente de la diputación y actual vocero del Partido Ciudadanos, Fernando Giner.
Recio nunca tuvo mesa, computador, ni ninguna función en el equipo de los investigadores. Lo peor es que el archivo apenas dispone de libros y sólo hay una biblioteca auxiliar de consulta prácticamente interna.
Según el personal, el «funcionario fantasma» va todos los días a la puerta del edificio del archivo y registra con su huella dactilar la entrada a las 7.30 horas y se marcha. Después entre las 15.30 y las 16.00 vuelve para fichar su salida.
La Diputación de Valencia abrió este lunes una investigación sobre el caso, mientras Carles Recio en diálogo con el periódico El Mundo aclaró que «yo sólo he hecho lo que me han pedido que haga».