La empresa Soft On Demand abrió un local en Akihabara, una zona comercial de Tokio, donde hay habitaciones totalmente insonorizadas y privadas donde se puede experimentar una historia digital completamente inmersiva.
El usuario recibe unos lentes de realidad virtual y un film triple X especialmente grabado para este tipo de plataformas. La sesión, de una hora de duración, vale poco más de 6 dólares.
Como se puede ver en una publicación compartida en Twitter, las habitaciones son sencillas: parecen pequeñas oficinas, aunque con un poco más de privacidad.
Recordemos que la incursión del porno en el mundo de la realidad virtual no es nueva. El famoso sitio PornHub incorporó el año pasado una sección especial con este tipo de contenido.
Lo novedoso de Soft On Demand es que inauguró cuartos especialmente pensados para el consumo de este tipo de películas; casi como si fuera una suerte de cine privado para el espectador.