Una encuesta realizada en nueve países por la Universidad Andrés Bello y la Universidad de Londres mostró que Chile es uno de los países más liberales en el consumo de marihuana de toda Latinoamérica y también uno de los más abiertos a la legalización y al uso medicinal de la droga.
Según la medición, el 40% de los chilenos reconoce consumir cannabis, lo que lo convierte en el país más consumidor de la región, seguido por Argentina con un 39%, y México con un 32%.
Los chilenos también tienen la percepción de riesgo más baja sobre la planta. El 48.2% cree que el consumo debe ser legalizado y en cuanto a apoyo al consumo recreacional, el país está solo una décima por debajo de Uruguay.
Según Andrés Mendiburo, sociólogo de la UNAB, la razón del apoyo a la cannabis se relaciona con que Chile tiene un alto nivel en el Índice de Desarrollo Humano. Y la tendencia indica que los países con mayor IDH -al tener cubiertas más necesidades y un contexto más seguro- tienden a ver un menor riesgo en el consumo de la hierba.
Otra razón es que en nuestro país la marihuana no está relacionada al narcotráfico, ni a la violencia, muy diferente a lo que ocurre en países como El Salvador y Bolivia, donde la percepción de riesgo es altísima.