Aunque en un comienzo se habló de que eran “inmortales”, nuestros viejos y queridos CD’s podrían estar “autodestruyéndose” lentamente.
Se trata de un extraño fenómeno llamado “disc rot”, proceso de degradación de los discos compactos que resulta de una corrosión o deterioro químico, el que se traduce en pequeñas marcas de pérdida de color que aparecen en ellos.
Este fenómeno, reportado recientemente por Vice, fue visto por primera vez a fines de los 80, y en ese momento se le llamó “laser rot”. El sello Nimbus, primer desarrollador de discos compactos en el Reino Unido, indicó que los colorantes usados en los discos podrían generan daños a largo plazo.
Con el paso del tiempo la profecía se cumplió, y varios coleccionistas han visto cómo sus discos han sufrido daños irreparables, problema que no sólo afecta a la música, sino también a los DVD’s y los videojuegos, que también utilizan este soporte.
Para evitar este deterioro, los expertos recomiendan evitar exponer los discos a la luz para que no pierdan su color, o conservarlos en cuartos con control climático, algo de no muy fácil acceso para el común de las personas.