Al cerebro se le hace más fácil encontrar el ritmo cuando el sonido cuenta con un tono más bajo.
Si le preguntas a un amante de la música cuál es el instrumento más importante en una canción, ¿cuántos responderían que es el bajo? De seguro, las primeras respuestas apunten a la voz o a la guitarra. Sin embargo, la ciencia opina diferente.
Un estudio confeccionado por PNAS, la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, deja establecido que más allá de los solos, riffs o grandes muestras vocales, el bajo juega el rol más significativo en la música.
Según el artículo, al cerebro se le hace más fácil encontrar el ritmo cuando el sonido cuenta con un tono más bajo. Además, la gente es más propensa a golpear con los pies la melodía cuando el bajo tiene más prominencia que los sonidos agudos de la guitarra o la batería. Y por si fuera poco, se concluyó que también provoca más confianza y poder en las personas.