Pocos meses duró el último cantante de la agrupación y ahora tendrán que hacer todo de nuevo.
Una situación bastante inusual está viviendo Quiet Riot. Para el 21 de abril tenían fijado el lanzamiento de su primer disco en once años: “Road rage”, grabado con el vocalista Seann Nicols, que había sido anunciado con bombos y platillos a fines del 2016 como el frontman definitivo después de un largo desfile de cantantes tras la muerte del original, Kevin DuBrow.
Pero cuando estaba todo listo, vuelven a tener cambio de vocalista. Nicols se fue y ya encontraron el nuevo: James Durbin, un joven talento que salió del programa “American idol”.
Así que pospusieron el lanzamiento del disco para más adelante, con la idea de re-grabar todo de nuevo con el recién llegado cantante.
Recordemos que el único integrante que va quedando de la formación estelar de la banda, de los años 80, es el baterista Frankie Banali. Así que a ver cómo resulta la puesta al día del grupo con este nuevo trabajo.