Desde que Uber comenzó a funcionar, todo tipo de historias y anécdotas han comenzado a aparecer. Sin embargo, esta en particular contiene todos los ingredientes para transformarse en la teleserie del año.
Todo comenzó cuando la conductora de Uber, cuyo usuario en Twitter es Msixelaa, recogió a una pasajera que había solicitado el vehículo a través de la aplicación. Sin embargo, lo que parecía que sería un trayecto común y corriente, terminó con una terrible noticia.
«Conduzco para Uber y recogí a una chica para llevarla a una cita. La cita era en la casa de mi novio», comenzó su relato a través de las redes sociales, según cuentan en Playgroundmag.
El día anterior, el novio de Msixelaa le había dicho que se iría a Nueva York a visitar a su madre que estaba en el hospital. Preparó el equipaje y pasaron la noche juntos. Luego, a la mañana siguiente, él se fue en su automóvil al aeropuerto y ella a su casa.
«Una hora más tarde, recogí a una chica en el aeropuerto, puso un complejo de apartamentos en el GPS y me dijo que estaba de visita», precisó, y continuó relatando que «su novio y ella (su pasajera) estaban muy emocionados porque no se veían desde hace mucho tiempo. Yo le conté que mi chico acababa de salir de la ciudad».
En esa línea, aclaró que «ella estaba pidiendo el número del apartamento mientras le comentaba lo de mi novio. Entonces conduje hacia una puerta que estaba abierta, aunque en realidad era una salida», aclaró.
«Al final me dijo ‘ok’ tengo el número. Se me hizo un nudo en el estómago cuando vi que nos acercábamos a un piso que me era familiar. Vi su automóvil (el de su novio) aparcado fuera. Estaba muriéndome a su lado cuando dijo ‘creo que es aquí, es su automóvil'», explicó.
Luego, detalló que su novio salió de su apartamento para ayudarla con las maletas y ella comenzó a golpearlo. Sin embargo, la amante lo defendió.
«El estúpido no consiguió echarme antes de que empezara a golpearle. Intentó echarnos a las dos. LOL, qué triste», expresó.
Finalmente volvió a su casa con el equipaje de la mujer y, durante los días siguientes, recibió mensajes en los que le pedían que devolviera las cosas. Fue en este momento que decidió poner en marcha su venganza:
«¿Qué equipaje? ¿Estas gafas? Son buenas, ¿También las compraste tú?. Deja de escribirme», publicó en sus redes sociales junto a una fotografía con los anteojos que pertenecían a la mujer.