El fin de una era… Así se ve todo esto, como el fin de una era en la política reciente. La caída de Lagos y la caída de la Reforma a la Educación Superior que hasta el momento se da en el Parlamento, tienen varios puntos en común con el famoso CAE o crédito con Aval del Estado como telón de fondo. Lagos, el padre de la empresa privada acudiendo a materias donde no se dejó al Estado, el adalid de las concesiones, creó este CAE como un recurso necesario, dijo, para que estudiaran los que no tenían dinero para pagar su educación superior. A la postre, ha dejado varios endeudados y un pingüe negocio para los bancos avalados millonariamente por el mismo Estado.
Y ahora es ese CAE el que se niega a caer, el que tiene en el suelo a la reforma más emblemática de la Presidenta Bachelet. Porque, según explicó la disidente diputada oficialista Camila Vallejo, el fin del CAE no estuvo presente en el proyecto enviado por La Moneda pese a que se había acordado que así sería. Y por eso se abstuvo botando el proyecto… El CAE no muere, quién sabe por qué trenza de poder que lo sujeta pese a las marchas en las calles y el riesgo de que toda una reforma se vaya al tacho de la basura.
Pero ahí está poniendo en riesgo de muerte a la Reforma educacional, demostrando el fin de la era de Lagos y ese Chile concertacionista de los consensos a toda costa, de los parlamentos sumisos ante el statu quo y sus financistas, de las decisiones de cocina que no tenían en cuenta a miles de jóvenes marchando en las calles y –como dirían en mi tierra natal- a una ciudadanía asqueada de tanto cambulloneo…