Indignación… podría ser la palabra que globaliza el sentir de la ciudadanía frente al poder manifestado en todas sus formas, sean políticas, económicas o morales. Indignados ante la colusión de grandes empresas, ante un sistema de pensiones que arroja a la pobreza a la tercera edad, ante un sistema educacional que no quiere o no se atreve a dejar de considerarse un negocio, ante una sociedad que discrimina a homosexuales, ante un Estado que obliga a parir a una mujer violada. En fin, indignados por señales claras de que hay muchos cabos amarrados por lazos de oro y, ahora, nos enteramos de que el Servicio de Impuestos Internos, no presentará querellas en causas de financiamiento ilegal de la política, en casos de Penta y SQM. Una resolución de perdonazo y de impunidad que el propio fiscal nacional, Jorge Abbott, advirtió que «pone una barrera legalmente infranqueable» para el Ministerio Público quien sólo “podrá seguir adelante con aquellos hechos que el SII ha presentado una denuncia con anterioridad o una querella”.
Según explica La Tercera, con esto, se materializa la decisión del actual director del SII, Fernando Barraza, de optar por la vía pecuniaria -y no la penal- para sancionar y restituir los perjuicios fiscales provocados por las empresas investigadas en los dos principales casos de financiamiento ilegal de la política, es decir, SQM y Penta.
El Servicio de Impuestos Internos desestimó los numerosos antecedentes que el Ministerio Público le ha mandado en los últimos dos años para iniciar investigaciones previa denuncia o querella del SII. Y ahora, con esta resolución que echa tierra a la verdad, sabemos por qué…