Dijo que estaba “orgulloso”… Así se declaró públicamente el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de lanzar la bomba más poderosa, no nuclear, que hay en el planeta. Según la agencia EFE, por primera vez en la historia fue probada en combate la llamada «Madre de todas las bombas» contra el Estado Islámico (EI) en Afganistán.
La gigantesca GBU-43 es una bomba de unas 10 toneladas que según el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, tuvo como objetivo acabar con un «sistema de túneles y cuevas» del Estado Islámico en Afganistán que «les permitía moverse con libertad y atacar con más facilidad a los asesores (militares) estadounidenses y las fuerzas afganas».
Y luego de la atronadora potencia de la GBU-43, Donald Trump, en una escueta declaración, señaló que fue «otro trabajo de éxito. Estamos muy orgullosos de nuestras Fuerzas Armadas». En una semana, la administración de Trump ha lanzado 59 misiles Tomahawk contra una base militar al centro de Siria y ha movilizado toda una flota de combate hacia Corea del Norte. Y ahora, esta bomba que lo hace sentir orgulloso mientras la opinión pública se muestra perpleja ante un sujeto que tiene a su mando la maquinaria de guerra más letal y aceitada del planeta…