Pensar en los demás… Esta es la noticia o reportaje más leído de la BBC Mundo en el día de hoy. Se trata, dice el sitio británico, de “La increíble historia de Antonio Vicente, el hombre al que tildaban de loco y que plantó su propia selva”. Dice la nota que a sus casi 84 años, “Vicente todavía sube hasta las partes de más altas de su selva para mantener los senderos limpios”. Es un terreno de 30 hectáreas que compró en 1973 a 200 kms de Sao Paulo, una época en la que el gobierno brasileño ofrecía facilidades de crédito para invertir en tecnología agrícola, con la intención impulsar la agricultura, una iniciativa que estaba terminando con la selva amazónica.
Pensando en combatir la matanza de los bosques más que en ganar dinero, Antonio Vicente empezó a plantar árboles mientras la gente se burlaba de él diciendo, “’No vas a poder comer las semillas, porque la planta tarda 20 años en dar frutos”. Y según él recuerda hoy, respondía: ‘Voy a plantar estas semillas, porque alguien plantó las que estoy comiendo ahora. Así que las plantaré para que otros las coman'».
«Cuando yo era niño”, dice don Antonio Vicente, “los campesinos cortaban los árboles para crear pastizales y por el carbón. El agua se secó y ya no regresó”. Pero ahora, en su selva de 50 mil árboles está orgulloso porque mantuvo su bandera de lucha durante los últimos 30 años en que reforestó su terreno. Ello mientras cerca de 183.00 hectáreas de bosque atlántico en el estado Sao Paulo fueron deforestadas para dar lugar a la agricultura. Y hoy, tiene este ejemplo que mostrarle al mundo, un sitio que es símbolo de alguien que no sólo recuperó árboles, agua y vida, sino la esperanza de que hay gente como Antonio Vicente que sigue luchando por dejar este mundo mejor de cómo lo encontró…