Roofer Louis Cole, un inglés de 27 años, nunca imaginó lo que iba a vivir en la capital francesa.
Dicen que París es la ciudad más romántica del mundo y es el destino obligado para toda pareja de enamorados. Seguramente eso es lo que pensó Roofer Louis Cole, un inglés de 27 años originario del condado de Kent que decidió invitar a su novia a un viaje a la capital francesa.
Sin embargo, lo que iba a ser un lindo y romántico viaje terminó en un desastre luego que la policía de la ciudad le hiciera explotar su camioneta al pensar que se trataba de un coche bomba.
Todo comenzó cuando al llegar a París, Roofer no encontró estacionamiento. «Fuimos a París el viernes, y los aparcamientos eran demasiado caros, ya que la camioneta es bastante alta», señaló.
Por esta razón decidieron, como una forma de ahorrar dinero, estacionar frente a un iglesia. Un lugar que la mayoría podría pensar que es un lugar seguro o por lo menos, que no tiene nada fuera de lo normal.
No obstante, los vecinos del lugar comenzaron a ponerse nerviosos al ver el auto estacionado sin nadie en su interior. Inmediatamente pensaron que se trataba de una amenaza terrorista y no dudaron en llamar a la policía. Hay que tener en cuenta que los franceses viven en un constante estado de emergencia luego de los atentados terroristas que han sufrido los últimos años.
Al volver al lugar, la pareja no encontró su auto y pensaron que lo habían remolcado por estar mal estacionado. Cuando llegaron al depósito de vehículos les informaron del triste final que había tenido su automóvil, según informa el diario británico Mirror.
«Nos dijeron lo que había sucedido y no podía creerlo. Había una misa en la iglesia el domingo, y la gente la había reportado como sospechosa. Cuando llegó la Policía, encontraron un pasaporte en la puerta del conductor, que aparentemente los hizo más sospechosos, y creyeron que se trataba de una amenaza terrorista», dice Roofer.
La policía no dudó en tomar las medidas de seguridad necesarias y decidió hacer estallar la camioneta. Recién después de eso se dieron cuanta que el operativo había sido desproporcionado.
«No he oído nada de la gente de seguros, aunque habría pensado que sería un trámite», dice Roofer quien aún espera que sea indemnizado por lo ocurrido con su vehículo.