Esta fue una buena noticia para nuestra democracia… Y es la decisión de la Democracia Cristiana de ir directamente a la primera vuelta presidencial dándoles un portazo a sus actuales (o antiguos) socios de la Nueva Mayoría. Es bueno porque el otrora poderoso partido que sirvió de eje a la Concertación transparenta ante la sociedad su real paradero político y sigue las líneas de aquellos líderes falangistas que abiertamente han mostrado su disconformidad ideológica con una coalición que hace tiempo dieron por muerta.
Queremos creer que lo que la DC le está diciéndole al país es que ya no se siente cómoda con alianzas basadas sólo en el poder, en las llamadas coaliciones instrumentales, que jamás la Democracia Cristiana volverá a firmar lealtad a un gobierno cuyo programa ni siquiera leyó. Pero que le sirvió para meterse en el engranaje suculento del poder.
El camino propio que elige la DC ha sido tildado de suicida pero en ese acto puede haber algo de sacrificio puesto sobre el altar de esta democracia que busca nuevos líderes, nuevas alianzas, nuevas formas para crecer en el entendimiento…