El comediante y actor Jimmy Kimmel -quien también fue el presentador de la última ceremonia de los Premios Oscar- se refirió a una compleja situación que enfrentó el pasado 21 de abril en Los Ángeles, día en que nació el segundo hijo que tiene con su esposa Molly McNearney, William John «Billy» Kimmel.
Y es que lo que comenzó como cualquier otro parto, terminó de una manera totalmente distinta. «Fue un parto fácil. Pujó seis veces y ya estaba afuera. Parecía ser un bebé normal y saludable hasta tres horas después del nacimiento. Le presentamos a su hermana de dos años y medio. Ella fue muy dulce con él. Estábamos contentos. Todo estaba bien. Mi esposa se relajaba en la cama», señaló en su programa emitido por ABC.
Jimmy Kimmel se desahogó sobre el delicado estado de salud de su hijo https://t.co/hTrc3b5GWJ pic.twitter.com/cgI0vnZUtH
— Mariana Solis (@Mary_solis_) 2 de mayo de 2017
«Cuando una enfermera muy atenta, llamada Nanoush, lo estaba revisando, notó un susurro en su corazón. Es algo común en los bebés recién nacidos. Pero también notó que estaba un poco violeta, lo cual no es común. La habitación se empezó a llenar de médicos y de enfermeras. Comenzaron a traer equipamiento», agregó, según consigna el sitio Infobae.
El recién nacido no estaba recibiendo suficiente oxígeno en la sangre y los motivos podían ser dos: una falla en los pulmones o una afección cardíaca.
«Le hicieron rayos X y los pulmones estaban bien, lo que significa que su corazón no lo estaba. Así que entraron más médicos, enfermeras y equipos. Fue algo aterrador. Mi esposa estaba en la sala de recuperación y no sabía nada. Le hicieron un ecocardiograma y descubrieron que Billy habia nacido con una enfermedad cardíaca, algo llamado Tetralogía de Fallot con Atresia Pulmonar», expresó.
La dramática historia del hijo de Jimmy Kimmel que nació con una enfermedad cardíaca https://t.co/41jATef2Vb pic.twitter.com/Ma3GJRu5M8
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El pequeño tenía su válvula pulmonar bloqueada y un agujero en la pared que divide el corazón entre el lado derecho y el izquierdo.
De manera posterior, trasladaron al bebé a otro hospital y el lunes por la mañana, el doctor Vaughn Starnes «le abrió el pecho y le arregló uno de los dos defectos del corazón. Entró con el bisturí e hizo una especie de magia que no podría ni siquiera empezar a explicar. Abrió la válvula y la operación fue un éxito. Fueron las tres horas más largas de mi vida».
Finalmente, aclaró que luego de tres a seis meses tendrá que someterse a una nueva cirugía para cerrar el agujero del corazón y, durante su adolescencia, deberá ser intervenido nuevamente para reemplazar la válvula que posee actualmente.
Pese al difícil momento, lo cierto es el que el pequeño ya se encuentra saludable y junto a sus padres.