El músico era dueño de una voz privilegiada a la que pocas veces parecía poner límite.
Hace poco más de tres semanas, el mundo de la música perdió, de forma trágica, a Chris Cornell, uno de los últimos sobrevivientes de la generación maldita del grunge.
El vocalista de Soundgarden y Audioslave, fue encontrado muerto en el baño de la habitación del hotel en el que se hospedaba por uno de sus guardaespaldas, dejando así a miles de fanáticos con el alma destrozada.
Una de las características que destacaban en Cornell era precisamente su capacidad vocal. Su voz era capaz de llegar a notas muy altas y a su vez cantar notas graves, y a la que pocas veces parece poner límite. «Intento pensar en el dolor como un grito», dijo el propio Cornell en una ocasión.
Alguien se dio el trabajo de aislar la voz del cantante en el clásico de Soundgarden, «Black Hole Sun», y el resultado nos pone al piel de gallina…