Entre el TC y el TAS… así estamos, con los pelos de punta, comiéndonos las uñas entre los fallos de dos tribunales que decidirán el futuro. Por un lado, los amantes de esa pasión de multitudes que es el fútbol esperamos el veredicto del TAS, el Tribunal de Arbitraje Deportivo. Miramos hacia Suiza con la esperanza de que el requerimiento boliviano no prospere y no nos quiten esos dos puntos que ganamos por secretaría rumbo al Mundial de Rusia. Y, claro, en lo valórico, en la construcción de sociedades más abiertas e inclusivas, esperamos también el veredicto de este tribunal chileno que se puede echar al bolsillo a todo un Parlamento, el TC, que hoy tuvo la segunda jornada de audiencias revisando los requerimientos presentados por Chile Vamos contrarios al proyecto aprobado por el Congreso relativo a la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales.
Acá, los discursos de la razón se contraponen a los religiosos como los de la señora Marcela Aranda, quien se hizo conocida por traer al país el llamado «bus de la libertad». Representando a la Fundación Volver la Fe, la señora Aranda citó a la Biblia frente a los ministros. «La palabra de Dios, dijo solemne, para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Bajo este principio de nuestra fe y para que se cumpla toda justicia quisiera traducir este eufemismo (iniciativa) a la luz de la verdad. El proyecto debiera llamarse, legalización del asesinato o infanticidio con alevosía y tortura prenatal de un niño en el vientre de su madre en situación de vulnerabilidad de manera libre».
Así están las cosas. Así esperamos en vilo, entre el TC y el TAS… Pero tenemos la esperanza de que se queden los puntos en casa, y de que a las mujeres no les arrebate una dignidad que les pertenece…