ENTREVISTAS

Eric Peterson, Testament: “Desde el 2000 en adelante todo ha sido muy raro”

Jorge Lagas |

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Por Jorge I. Lagás

Testament se cierne una vez más sobre este incauto país, esta vez trayendo el show de la gira de promoción de su más reciente disco, el contundente ‘Brotherhood of the snake’, uno de los mejores lanzamientos de la temporada 2016. Van a estar el jueves 24 de septiembre en el Teatro Caupolicán junto a sus compatriotas estadounidenses Nile y los chilenos Massive Power. Y traen una formación de lujo, con los históricos Chuck Billy (voz), Eric Peterson (guitarra), Alex Skolnick (guitarra) y una base rítmica de primera línea con dos dioses de la escena metal, Steve Di Giorgio (bajo) y Gene Hoglan (batería), el mismo que hace unos días dijo en una entrevista con un medio estadounidense que “Santiago es el lugar más metalero del planeta”.

Como el panorama pinta auspicioso, nos comunicamos con Eric Peterson, fundador y mente creativa tras la composición de la mayoría del material de banda. Con ustedes, sus palabras:

-Salud, Peter. ¿Cómo te tiene todo lo que ha pasado con ‘Brotherhood of the snake’?

Muy feliz con los resultados y contento de que la gente alrededor del mundo le haya dado la oportunidad. Al interior de la banda había un sentimiento de incertidumbre respecto de cómo iba a salir, pero parece que funciona bien, a juzgar por lo que hemos visto de parte de los fans. Así que se siente bien, es como “ok, es un buen disco”, jajaja.

https://pmd.cadenaunionradio.com/blogs/cl/futuro-cl/audio/01ALBUM55.mp3

-Por lo que han dejado ver, el proceso de hacerlo fue distinto a los discos anteriores, ¿cuál fue la principal diferencia?

Básicamente el tiempo. Trabajamos entre medio de las giras y desde que lanzamos el disco anterior hubo muchas giras. Fue un período en que además perdimos a nuestro bajista Greg Christian, y llegó un nuevo bajista, Steve DiGiorgio (Death, Sadus). También hubo otros proyectos, Steve se embarcó en una gira con Death To All, Alex estuvo con Metal Allegiance… así que fue quedando poco tiempo. Eso me dejó a mí con la carga de ir haciendo que el nuevo disco saliera adelante, haciendo demos y trabajando a la par con Chuck. Parte del tiempo tuvimos a Gene, cuando podía, el resto de las veces trabajamos con una batería programada, para ir avanzando en las ideas. Lo mejor es tener una batería humana, por supuesto, pero para esas etapas previas sirve la robótica. Y bueno, así avanzamos y es lo que fue marcando este proceso, los discos anteriores los hacíamos más rápido, ahora por todas estas cosas tomó un poco más.

-En el resultado se ve que están presentes varios de los elementos que han marcado los distintos momentos de la carrera de Testament, hay cosas que recuerdan el tiempo de ‘Practice what you preach’, otras a ‘The gathering’, otras al material más reciente… ¿Te parece que es así? ¿Era uno de sus objetivos?

Sí, justamente. Creo que juntar elementos de ‘Practice what you preach’ con ‘The gathering’ es una fórmula que se ve bien reflejada en una canción como ‘Black Jack’, en que la música es como ‘The gathering’ pero la voz de Chuck es más como en ‘Practice…’. Fue una canción que costó darle forma, pero cuando finalmente salió, creo que logró la voz precisa, una voz más “joven”. Es un buen punto de encuentro entre lo clásico que aman los fans y la brutalidad que hemos tenido en los últimos discos, donde Chuck ha puesto variantes más death metal.

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-Entiendo que en este tiempo de creación del álbum estuviste escuchando hartos clásicos del rock y el metal de los 70 y principios de los 80, ¿podrías darnos algunos nombres, de los que te han estado inspirando últimamente?

Es verdad, me puse a buscar ideas en estas viejas bandas, volví a esas cosas que me hicieron querer tocar música cuando era chico. Y como suele pasar, al redescubrir todo esto encontré cosas que en realidad nunca había escuchado bien con anterioridad. Si es por dar nombres: el primero de Montrose, del ’73; el último de Whitesnake, ‘The Purple Album’; y harto jazz, en particular (John) Coltrane en sus primeros trabajos. Aunque es una influencia que no está directamente tocada en el disco, en el sentido de que no tocamos jazz, sí está esa teoría de cómo enfrentar la música, de no copiar nada, de dejar que corran las ideas y de no saber cómo va a terminar la canción. Tienes un plan, pero al mismo tiempo no lo tienes, jajaja. Se ve en canciones como ‘The pale king’. No es jazz, pero tiene toda esa teoría detrás.

-Hace rato el thrash clásico está de vuelta, pero el año pasado se notó especialmente fuerte, con los grandes lanzamientos de bandas emblemáticas como Metallica, Megadeth, Death Angel, Metal Church, Flotsam and Jetsam, Sodom, y por supuesto Testament. ¿Cómo ves el estado actual de este movimiento?

Veo que está todo pasando al mismo tiempo. Es como una coincidencia, pero creo que es a lo que se ha conducido toda la escena según los movimientos que ha tenido estos últimos años. Están las bandas nuevas haciendo cosas y las bandas más viejas como nosotros -que ya somos una banda vieja, es muy raro- y estamos todos conectados, pensando cosas similares. Me da gusto que nosotros hayamos sacado un disco así en ese momento, porque el 2016 quedará como un hito particular a la hora de revisar el metal más adelante en la historia.

-Dices que se siente raro ser parte de las bandas “viejas”, ¿qué tan extraño te resulta pensarlo?

Bueno, todos nos ponemos viejos, eso no es lo raro. Lo extraño es que uno no se da cuenta, yo no me siento viejo. La verdad es que todos los 2000 se sienten raros. No es como los 60, o los 70, o los 80 o los 90, en que incluso dentro de esas décadas había épocas muy definidas e identificables. Y desde el 2000 hasta ahora parece que fuera el mismo año, jajaja. No diría que es falta de estilo, o que falten ideas nuevas en la música, no es eso, es otra cosa. Todo va muy rápido. De todos modos es una buena época para vivir, hay tecnología que ha ayudado mucho, pero los 2000 me parecen bastante raros, la verdad. El 2005 me parece que fue ayer, y ya estamos en 2017, es muy loco.

-Me pasa lo mismo. Por último, ¿qué se puede esperar para el concierto? La última vez fue una masacre, así que como mínimo hay que superar esa vara.

Vamos con un disco que ha sido muy bien recibido, que a todos parece gustarle. Tocaremos harto de ‘Brotherhood of the snake’, también los clásicos que hay que tocar cuando tienes una banda con más de 30 años. Pero además creo que tener a Gene y Steve aporta mucho y la interpretación de las canciones está a un gran nivel. Vamos a incluir varios solos, aprovechando su maestría. Va a ser bien a lo vieja escuela en ese sentido, antes los conciertos de rock y metal tenían varios solos. Ya probamos con eso en la última gira. Yo nunca he hecho un solo, casi me hice en los pantalones cuando salió la idea, ahora recién empecé a hacer solos en las canciones, pero hacerlo en un show es otra cosa. Así uno va descubriendo lo que es mejor para uno, yo soy mejor haciendo rítmica. Es algo interesante, una parte cool del show.

Esperamos entonces por ese momento: jueves 24 de septiembre, Teatro Caupolicán. Testament, Nile y Massive Power. Las entradas están a la venta por sistema Ticketek y tiendas Falabella, de $25.000 a $40.000.

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