En una entrevista al Daily Mail, Ronnie Wood reveló que hace tres meses fue diagnosticado con cáncer de pulmón.
El guitarrista de los Rolling Stones, de 70 años de edad, contó cómo el devastador diagnóstico, que mantuvo en secreto hasta el día de hoy, lo tuvo en el periodo más oscuro de su vida, llegando a planear la forma de decirle adiós a su familia. También habló sobre la decisión de no pasar por quimioterapia, ya que no quería perder su famosa cabellera: «Tuve que pelear contra un cáncer de pulmón. Hubo una semana en donde todo estaba pendiente de un hilo, podría haber sido el final del show, el momento de decir adiós».
El diagnóstico llegó después de que se hiciera un chequeo de rutina. Fue allí cuando su médico le pidió hacer estudios más profundos de corazón, pulmones y sangre: «Le dije que sí y después de unos días volvió con la noticia de que tenía una supernova quemándome mi pulmón izquierdo. Para ser sincero no me sorprendió, sabía que no me había hecho radiografías de pecho desde el 2002 cuando estuve en la clínica de rehabilitación», recordó Wood. «Me preguntó que quería hacer y mi respuesta fue simple, ‘sacámelo'».
Wood, que dejó de fumar una semana antes de que nacieran sus gemelas Gracie y Alice el año pasado, aseguró que su mujer Sally se convirtió en su puntal mientras se hacía más estudios para ver si la enfermedad se había expandido más allá de los pulmones: «Si eso hubiese ocurrido, hubiese sido el final para mí. Tuve una semana en donde realmente no sabía que estaba pasando. Sally fue maravillosa, solo después de que pasó todo fue capaz de decirme como esos habían sido los peores siete días de su vida».
El guitarrista también contó como decidió que, no importara lo que pasara, no iba a someterse a sesiones de quimioterapia: «Estaba preparado para las malas noticias, pero también tenía fe de que todo iba a salir bien. Más allá de los doctores, no le contamos a nadie porque no queríamos que el resto de la gente viviese el infierno que atravesábamos nosotros. Me había hecho a la idea de que si el cáncer se había expandido, no iba a pasar por la quimioterapia, no iba a usar esa bayoneta en mi cuerpo. No iba a perder mi pelo, mi pelo no se iba a ir a ningún lado», contó. «Una semana después vinieron con la noticia de que no se había expandido y ahí les dije que lo sacaran inmediatamente. Antes de cerrar los ojos para la operación le dije a mi médico, ‘que comience la batalla'».
Finalmente, Wood admitió que teniendo en cuenta todo lo que ha pasado en su vida, ha sido muy afortunado: «Tuve este pensamiento después de que dejé de fumar, ‘¿cómo pude estar 50 años fumando y teniendo tan malos hábitos sin que me pasara nada?’. Alguien allá arriba debe quererme».