Construida en 1927 y comprada por el fundador de «Playboy» por un millón de dólares en 1971, la propiedad con piscina, cavernas y cascadas simboliza los excesos de Hollywood.
Hugh Hefner, el fundador de la revista Playboy, que ayudó a que el desnudo fuera parte del imaginario colectivo estadounidense, murió el miércoles a los 91 años de edad, según anunció la revista.
Entre otras cosas, el empresario era conocido por su impactante casa, bautizada la Mansión Playboy, que fue escenario de legendarias fiestas organizadas por Hefner.
Pero Hefner, en realidad, había dejado de ser dueño de la mansión en 2016, cuando la casa fue vendida a un hombre de negocios estadounidense, hijo de un multimillonario que compró la marca de panecillos Twinkie.
Según los términos del acuerdo, Hefner podría seguir viviendo hasta el fin de sus días en esta célebre casa de estilo gótico, valorada en 200 millones de dólares.
Construida en 1927 y comprada por Hefner por un millón de dólares en 1971, la propiedad con piscina, cavernas y cascadas simboliza los excesos de Hollywood. Durante sus fiestas épicas, los invitados se mezclaban con las célebres conejitas.
Elvis habría dormido con ocho conejitas a la vez en la casa de 12 cuartos, mientras que John Lennon quemó un Matisse al dejar tirado negligentemente su cigarrillo.
El inmueble fue vendido cuando la revista acababa de lanzar su nueva fórmula ligeramente más convencional, donde las modelos seguían estando desnudas, pero sus pechos ya no eran visibles frontalmente.
Además, Hefner contribuyó en 2010 a salvar el sitio de las famosas letras del cartel Hollywood, situado sobre las colinas de Los Ángeles, con ayuda del entonces gobernador de California, el actor Arnold Schwarzenegger, y de celebridades como Steven Spielberg o Tom Hanks.
Esta atracción turística estuvo a punto de desaparecer cuando los propietarios de los terrenos situados al pie de la colina pensaron en venderlos.
Fotos: Shutterstock.