Por Jorge I. Lagás
Fue de los últimos en incorporarse al cartel, pero no por eso es menos importante. Marky Ramone, baterista y último sobreviviente de la época más legendaria de los míticos Ramones, es parte del festival Stgo Rock City y trae una buena dosis de clásicos del punk y el rock and roll para energizar la segunda jornada, la del sábado 30 de septiembre en el Estadio Monumental.
Para aprontar lo que se viene, tuvimos una amena cháchara con el susodicho. Y acá el resultado:
-Marky, siempre es bonito volver a estas instancias.
Siempre es un placer volver a Chile. Me encanta la pasión de los fanáticos por allá, el hecho de que canten las canciones y que sigan tan dedicados como siempre. Es un honor.
-Eres lo que queda de la formación de Ramones que hizo historia a fines de los 70 y principios de los 80, ¿cómo es para ti poder mantener ese legado en los escenarios y ser el que ande llevándolo por el mundo?
Todavía me gusta tocar este material, tanto como cuando entré a la banda, porque es básicamente mi estilo que he tocado toda la vida. Además son grandes canciones. Son corrtas, energéticas, apelan a un espíritu juvenil y han conquistado también a las nuevas generaciones.
-¿Consideras una responsabilidad muy grande ser el único Ramone de la era más clásica en esa misión?
No lo considero una responsabilidad. Lo veo así: si “tienes” que hacerlo, no es bueno. Si “quieres” hacerlo, es bueno. Si uno quiere continuar con esto y tocar estas canciones para que la gente pueda seguir escuchándolas, es importante, porque son canciones muy buenas como para no tocarlas.
-Estarás en este festival donde hay principalmente bandas hard rock, compartirás jornada con Aerosmith y Def Leppard, ¿qué te parece combinar eso con el punk rock que ofreces?
Está buena la combinación, interesante, veamos qué pasa. Si algo es bueno, es bueno. Y a la gente le gustará. Hace un tiempo hice un show con Guns n’ Roses en Colombia, estuvo fantástico.
-Además no tiene nada de descabellado que a la gente le guste el hard rock y el punk.
Hay que mantenerse abierto a todo. A mí me gusta el metal porque mi primera banda era de heavy metal, cuando tenía 16 años, se llamaba Dust. Me gusta el blues, el jazz, los estilos latinos, como el mambo, lo que hacía Tito Puente, lo que hace Santana, todo eso es muy difícil de tocar, así que me atrae.
-Hace un par de años lanzaste una autobiografía, ‘Punk rock blitzkrieg’. ¿Por qué sentiste la necesidad de contar tus memorias?
Bueno, estuve en la banda 15 años y antes de eso tuve otras bandas, en la era de CBGB. Mis primeras bandas las hice en el colegio y me tocó conocer a los New York Dolls, tocar con Richard Hell and the Voidoids, y en ese entonces Tommy Ramone decide dejar de tocar en Ramones y me preguntó si quería unirme. Ahí estuve por 5 años y después cuando volví fueron 10 más. Así que hay muchas historias interesantes sobre Joey, Dee Dee, Johnny, Tommy y yo. No solamente de música, también mucho de lo que pasaba en esos en la vida, en la sociedad, qué pasaba en New York a mediados de los 70… todo lo que pasaba en el club CBGB: Blondie, Talking Heads, Television, Patti Smith, muchas bandas que hicieron buena música y éramos todos amigos.
-Hay muchos mitos en torno a los Ramones, ¿sentías que había que contar “la verdadera historia”?
Antes que mi padre muriera, hace dos años, antes que saliera el libro, me dijo “asegúrate que todo lo que cuentes sea verdad, porque tendrás que vivir con eso”. Y nunca mentí, de eso estoy orgulloso. Mi padre en realidad no necesitaba decirme eso, porque él mismo me enseñó a no mentir, pero bueno, actuó como un padre y tenía razón. Así que todo en el libro es verdad.
-¿Cuál es el mito más raro que has escuchado sobre la banda?
Que éramos todos hermanos (risas). Éramos simplemente amigos, compañeros de banda, y al final una manga de tipos normales.
-Tocaste en dos etapas distintas en el grupo, ¿tienes alguna época favorita, o momentos que recuerdes mejor que otros?
Diría que lo que más me marcó fue la primera canción que grabé, ‘I wanna be sedated’. Fue un tiempo muy divertido. Y por supuesto hacer el disco ‘Road to ruin’ y la película ‘Rock and roll high school’. Y trabajar con Phil Spector. Y después cuando volví, la primera canción que grabé fue ‘Pet sematary’. Hay muchos momentos, hicimos 1.700 shows y 10 discos. Hay tiempos buenos y malos, entre estos últimos tuve problemas con el trago y tuve que parar. Todo eso está en el libro, la rehabilitación y todo ese asunto. Pero volví y otra vez tuve grandes satisfacciones.
-Hablando de momentos históricos, se cumplen 25 años de la primera venida a Sudamérica de los Ramones, en 1992. ¿Cómo recuerdas eso?
Loco, absolutamente loco. Me encantó la pasión de los fans, conocí muchos amigos, muchos fans llegaron a ser mis amigos. Fue grandioso.
-Por último, ¿cuál es la promesa para este nuevo show?
Cada canción será un clásico. Ni siquiera vamos a hablar entre medio, no vamos parar. Tú sabes, simplemente “one two three four” y directo a la canción. Solamente quiero salir y matar con el set que llevamos.
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