¿Orientación o castigo?… Vaya tragedia es la que vive la comunidad del tradicional colegio de elite, Alianza Francesa de Vitacura. Según publicó El Mostrador, uno de sus alumnos de tercero medio se quitó la vida luego de que el establecimiento lo denunciara a Carabineros tras sorprenderlo con marihuana en un baño. Citando fuentes de la Alianza Francesa, cuenta el sitio que el niño salió caminando acompañado de un inspector varios pasos más atrás que los policías, justamente para evitar un impacto mayor.
En un comunicado de prensa, la Corporación Educacional Alianza Francesa de Santiago aseguró que “está profundamente conmovida con la pérdida de su estudiante”. «No queremos que a raíz de su partida se generen rumores infundados, ni tampoco que se expongan aspectos privados por respeto al inmenso dolor que compartimos con su familia y amigos», agrega.
Faltan muchos elementos de juicio para entender cabalmente esta tragedia, de hecho, la Superintendencia de Educación iniciará una investigación al respecto, pero valdría la pena preguntarse si el establecimiento hubiese actuado con tal celeridad policial si el estudiante hubiera sido sorprendido en un baño con otra droga como el alcohol. Es el problema de vivir en una sociedad de castigos más que de orientaciones, en una en la que seguimos creyendo que la mejor forma de combatir flagelos como las drogas en los jóvenes es con cárcel y no con leyes que nos ayuden a asumirlas, entenderlas y así combatirlas como un problema de salud y no delictual…