Botar basura… Nada demuestra mejor nuestro subdesarrollo cultural que esa tradicional costumbre que aún existe de botar basura en cualquier parte. Lo vemos en carnavales culturales, en eventos deportivos, en conciertos de música. Cerros de porquería que perfectamente se pudieron guardar por estos sujetos para encontrarle un sitio adecuado pero se prefirió el césped o la calle. También están los otros, los que lanzan porquerías en sus lugares de veraneo o por las ventanas de los automóviles inundando paisajes con la peor muestra de la bestialidad cultural que aún nos persigue.
Y ahora, La Tercera publica fotos del desierto florido con montones de basura que contrastan con la belleza de añañucas, lilas y lirios. Pese a los insistentes llamados que se realizan para cuidar y mantener este lugar, dice el texto, los visitantes siguen arrojando sus desperdicios. Ahí están botellas plásticas, otras de vidrio, latas, neumáticos, recipientes de diferentes materiales y bolsas tendidas en la tierra o entre algunas flores. Una postal de este país que sale al mundo que nos indigna pero, por sobre todo, nos avergüenza…