Por Jorge I. Lagás
Este lunes 6 de noviembre vuelve a presentarse en Santiago el grupo De La Tierra, la aventura mussical que junta personajes tan diversos como Andreas Kisser, guitarrista de los brasileños Sepultura; Andrés Giménez, frontman de los argentinos A.N.I.M.A.L.; Álex González, baterista de los mexicanos Maná; y Harold Hopkins, bajista de los puertorriqueños Puya.
Entre todos ellos dan vida a una propuesta en clave metal que desde el principio llamó la atención por lo variopinto de sus célebres integrantes, considerando además que antes de Hopkins, el bajista original era Flavio Cianciarulo de Los Fabulosos Cadillacs. En la actualidad, el grupo acaba de lanzar su segundo disco, «II», y van a estar mostrándolo en el escenario del Backstage Live, ubicado en el Patio Bellavista de nuestra capital.
Antes de eso, nos comunicamos con Álex González, el baterista, quien respondió nuestras inquietudes. Primero que todo, nos aclara: «No somos un supergrupo, somos una banda nueva que partió desde cero. Si bien cada uno tenía una experiencia anterior, no hemos querido aprovecharnos de eso en este proyecto. Lo comenzamos como una banda como cualquier otra».
«Y hemos encontrado muchos obstáculos», agrega, «porque no hay espacio para esta música. Hay algunos, como la radio de ustedes, pero en general es muy difícil encontrar dónde mostrarse. Lo es para nosotros, que ya teníamos cierto nombre y algo de conocimieto de cómo moverse en esta industria, imagínate cómo es para una banda de chicos que están empezando y no saben mucho. Es una realidad complicada. Y dentro de ese contexto que siempre es difícil, nos han pasado cosas muy positivas, como ser nominados a los Latin Grammys. Ya sea que ganemos o no, tener ese reconocimiento es muy importante».
Dice además que recuerda muy bien sus pasadas anteriores por el país: «La primera vez fue en La Batuta y después estuvimos en el festival Santiago Gets Louder, las dos veces sentimos una energía increíble, en distintos niveles porque uno era un club y el otro un tremendo evento masico, pero siempre damos lo mejor de nosotros y también lo sentimos de vuelta, así que vamos con muchas ganas».
-Harold es la novedad en la formación, es primera vez que vienen con él, ¿cómo ha sido su integración a la banda?
-Harold ha hecho un trabajo impresionante, tanto en lo que hace en el bajo como en su presencia en el escenario. Ahora estamos muy entusiasmados en lo que pueda hacer para adelante, en cuanto a composición, arreglos, todo lo que pueda aportar en ese sentido. Es un tremendo músico y estamos felices de tenerlo, nos ha dado un gran impulso. De hecho, al principio, estábamos entre él y Flavio para ocupar el puesto de bajista. Finalmente fue Flavio, pero a Harold siempre lo tuvimos en la mira. Y bueno, finalmente llegó y lo está haciendo muy bien.
-Tu caso es el más especial del grupo, porque a gente como Andreas y Andrés ya los conocíamos de bandas metaleras, pero tu presencia fue la que más llamó la atención y de alguna manera quedaste como el que tenía más cosas que probar ante el público, el que estaba más expuesto a ser enjuiciado. ¿Cómo lo has tomado, desde que empezaron hasta ahora?
-Nunca me preocupé mucho de lo que diga la gente, yo sé lo que puedo dar. Andreas y Andrés me llamaron para esto, ellos sabían que me gusta mucho el rock y el metal y que podía acompañarlos y aportar en el proyecto. Y me encantó, efectivamente soy un fanático de esta música. Y no tengo nada de qué renegar tampoco, gracias a mi trabajo en Maná se me han abierto muchas puertas. Y de hecho, si no fuera por eso, no habría conocido a Andreas y Andrés y por lo tanto no me habrían llamado. Quizás alguna gente todavía tiene prejuicios de mí, pero creo que muchos ya han podido ver que aquí hay un trabajo honesto y le estamos poniendo toda nuestra energía, así se ha notado en los resultados que hemos tenido.
-En el fondo, hace rato tenías ganas de hacer algo así, ¿o no?
-Sí, mira, yo partí con dos bandas que me marcaron para siempre: The Beatles y Kiss. Uno por la excelencia a la hora de hacer música, The Beatles les enseñaron a todos. Y Kiss por la fuerza y lo cautivante de su propuesta. El disco «Alive!» me encantó desde siempre, lo toqué tantas veces, infinidad de veces, completo. Esas son mis raíces, de ahí vengo, y bueno, desde ahí uno va conociendo más cosas y aprendiendo. Yo le recomiendo a todos que escuchen distintos tipos de música, que prueben, que no se cierren a nada, eso es lo maravilloso de todo esto.
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