Por Héctor Muñoz Tapia
Esta semana se cerró la votación del público para elegir entre los candidatos a la inducción 2018 al Salón de la Fama del Rock And Roll, una institución que, a pesar de lo que podamos debatir de su criterio a la hora de nominar y seleccionar nombres, tiene algo en claro: la música popular por sobre los estilos. La diversidad ante todo.
Precisamente es diversidad lo que encontramos en los nominados de esta pasada. Los elegidos serán anunciados el míercoles 13 de diciembre a primera hora y la ceremonia de inducción se realizará el sábado 14 de abril en Cleveland.
Varios se repiten el plato, y otros recién tienen su aparición…
Bon Jovi
Populares en el mundo entero, con giras por estadios de manera periódica y con muchos hits transversales bajo el brazo, Bon Jovi pareciera ser una opción segura a la hora de ingresar al Salón de la Fama del rock And Roll. Elegibles desde 2008 y más de una vez nominados para ser inducidos, han sido pasados por alto a tal punto de que, el año pasado, Jon Bon Jovi aseguró que hay 2 personas en el comité que no quieren a la banda en la institución. De aquí a diciembre veremos si cambia la situación para uno de los emblemas de New Jersey.
Kate Bush
Una de las músicas emblema de la vanguardia y el art pop de al menos las últimas 4 décadas. Descubierta por David Gilmour cuando a sus 16 años, Kate Bush lanzó su disco debut, “The Kick Inside”, a los 19 años, y ha mantenido una respetada carrera con 10 producciones y una credibilidad a toda prueba. Desde la perspectiva de la credibilidad artística, Bush cumple con cabalidad. Quizás no tiene hits globales, pero la influencia de su trabajo es evidente especialmente en las nuevas generaciones.
The Cars
Uno de los nombres más destacados a la hora de hablar del new wave de fines de los 70 y comienzos de los 70 es The Cars. El quinteto fusionó a la perfección el lenguaje popular de los 70 con el glam de los 70 y un toque de minimalismo de vanguardia en el rock justo en un momento en que la radio dominaba al mundo desde la vereda del AOR, con el magnetismo de Rick Ocasek como cantante y Elliot Easton con un toque de rockabilly en la guitarra. La muerte del bajista Benjamin Orr sepultó cualquier posibilidad de reunión para The Cars, pero nunca se sabe a la hora de un eventual ingreso al Hall Of Fame. Méritos no le faltan.
Depeche Mode
Héroes de la música electrónica y la evolución de la música popular en las últimas tres décadas, Depeche Mode tiene méritos de sobra para estar hace al menos 10 años en el Salón de la Fama. Formados en 1980 y con un primer disco de 1981, la banda no ha parado de evolucionar y alcanzar nuevas cimas con su obra con clásicos eternos como” Violator”, “Songs Of Faith and Devotion” y “ULTRA”. Siguen tan vigentes como siempre, y los veremos en el Estadio Nacional en marzo de 2018 y, si logran pasar a la siguiente fase, como flamantes inducidos.
Dire Straits
Esta es la primera nominación para la banda del fundamental Mark Knopfler, uno de los guitarristas más originales dentro de la historia del rock and roll. Su estilo único y su vocación por las grandes canciones hicieron de Dire Straits un nombre predominante de la corriente masiva durante todos los 80. No están en actividad desde 1995 y si logran ser inducidos, podríamos soñar con una breve reunión. De todas maneras, nada de esto detendría a Knopfler, que sigue su camino como solista y reputado productor.
Eurythmics
El aporte de Eurythmics para el desarrollo del synth pop en los 80 es invaluable. El dúo de Annie Lennox y John Stewart supo darle un nuevo sentido al uso de las máquinas al servicio de la melodía y los ganchos que se te quedan en la cabeza para toda la vida. El conjunto ha preferido períodos largos de receso y reuniones esporádicas, manteniendo fresca su obra y alimentando las expectativas para que vuelvan a encontrarse sobre un escenario si son inducidos al Salón de la Fama en esta pasada.
J. Geils Band
Con J. Geils Band, entramos en ese terreno de bandas que marcaron fuerte presencia dentro de los confines de Estados Unidos. El sonido americano puro y los hits repartidos en más de una década son las armas que el proyecto del guitarrista J Geils y el cantante Peter Wolf dejaron para la posteridad. En este caso, quizás la nominación sea suficiente. En la lista de este año varios les sacan ventaja.
Judas Priest
Sin duda que Judas Priest merece estar en el Salón de la Fama del Rock And Roll desde hace bastante tiempo. Son una de las instituciones fundacionales del heavy metal definiendo su sonido, su estética y su actitud gracias a riffs demoledores, ganchos insuperables y la figura de Rob Halford a la cabeza. El cuero, la cultura de las motos y la carretera formando el “acero británico”, el cual la propia banda quisiera ver dentro del Hall Of Fame. En más de una ocasión, el mismo Halford ha admitido que les encantaría
Ll Cool J
El caso de LL Cool J se entiende desde la perspectiva de la cultura popular de los Estados Unidos. Pionero en el hip hop con discos y tracks trascendentales, actor de películas taquilleras, empresario de la industria musical y hasta activista político. Independiente de su aporte musical, su nueva nominación es un guiño a su figura dentro del establishment gringo.
Mc5
Es extraño que una de las bandas fundamentales de la génesis del punk no esté hace rato en el Salónd e la Fama del Rock & roll. Pero con Mc5 todo siempre fue muy fuera de los focos. Con apenas 2 discos de estudio y dejando una huella indeleble en la escena del Detroit de fines de los 60, el sonido extremo de esas guitarras aceleradas y desparpajo total siguen haciendo eco hasta nuestros días. Es justo que entren al Hall Of Fame de una buena vez.
The Meters
Dentro del mundo del funk, el nombre de The Meters es uno de los que inspira más respeto. Y para la música popular, siempre serán recordados por ser la banda soporte de gente como Robert Palmer y Dr. John. Con la estampa de Nueva Orleans en su carrera de más de 4 décadas, la banda de Art Neville sigue marcando pauta para la música negra, un componente fundamental dentro de la lista de inducidos al Salón de la Fama.
The Moody Blues
Es de las pocas bandas relevantes de la Invasión Británica de los 60 que van quedando por ser inducidas al Hall Of Fame. Lo de The Moody Blues fue cambiar de piel y dejar el beat de lado para abrazar la sicodelia con todo en 1967 y anotarse un clásico indispensable como es “Days Of Future Passed”. En Europa son grandes y siguen llenando arenas. Y tienen repertorio suficiente para inscribirse con todas las de la ley a cinco décadas del hito con el que pasaron a la historia.
Radiohead
Héroes indispensables de los 90, Radiohead tiene méritos de sobra para ser inducidos de inmediato al Salón de la Fama del Rock And Roll. Han sabido estar en la punta de lanza de la evolución de la música en este par de décadas, inscribieron un disco clásico en 1997 con “OK Computer” y tienen una audiencia global que llena estadios para sus shows de antología. Eso sí, la banda de Oxford ha manifestado en más de una ocasión que no le interesa este reconocimiento y, de ser elegidos para su ingreso, tampoco podrían estar en la ceremonia. El mismo sábado 14 de abril estarán tocando en Argentina.
Rage Against The Machine
Quizás el legado más grande de Rage Against The Machine es el de podrir la manzana por dentro. Con solo 3 discos de estudio lanzados en menos de diez años desde 1992 y un regreso triunfal a los escenarios con gira de reunión hace casi una década, el mensaje de resistencia combativa siempre estará vigente para los devotos de la música. Discurso, riffs que mezclan el hard rock con la escuela del hip hop y una genial forma de combinar su obra con plataformas de lo masivo pueden dar por hecho de verlos inducidos en esta pasada. Y ni siquiera pondrían problemas para asistir a la ceremonia, coronando su posible ingreso con una presentación incendiaria. Para aplaudir.
Rufus Feat. Chaka Khan
En un momento en que los públicos del rock y el soul se dividían en varias fracciones, la voz de Chaka Khan representó la integración racial y social en el corazón del rock and roll. Con un increíble rango vocal, la cantante oriunda de Chicago y de nombre verdadero Yvette Stevens marcó generaciones en la música negra. Se ha mantenido como una de las cantantes más prolíficas y eclécticas en la escena, probando que el rock and roll, el atrevimiento y el garbo pueden convivir. Elementos que le dan mérito para ser considerada dentro del Salón de la Fama, y especialmente si en esta nueva nominación se incluye a Rufus, la banda que lanzó su carrera solista.
Nina Simone
Una de las voces fundamentales no solo del jazz, sino de la música popular. Nina Simone fue una pionera tanto en el escenario como fuera de él. Intérprete, autora, activista y diva, sacudió todo a su alrededor para mostrar un camino desgarrador y real, llevando su mensaje hasta las últimas consecuencias. Sin duda que merece su sitial hace mucho rato en el Salón de la Fama del Rock & Roll. Si dudan, basta con ver el documental “What Happened, Miss Simone?” en Netflix.
Sister Rosetta Tharpe
El góspel es una de las ramas que alimentan ese árbol llamado rock and roll y Sister Rosetta Tharpe fue de las primeras en llevar la oración del templo a los códigos eléctricos. Más que contemplación, era jolgorio y celebración, cruzando la línea entre la música sagrada y la música laica. Aunque ofendió a muchos fieles con sus incursiones en la música popular, nunca dejó la música góspel y sirvió de faro para Little Richard, Johnny Cash, Chuck Berry, Elvis Presley y Jerry Lee Lewis. Indispensable.
Link Wray
El aporte de Link Wray al rock es importante. El guitarrista fue el que acuñó el “power chord”, importante para darle peso y atmósfera de poder al rock and roll en los años 60. La nominación de Wray llega a 55 años de “Rumble”, el single con el que fue pionero a la hora de experimentar con el feedback en un estudio. Basta ver la cara de felicidad de Jimmy Page al poner el vinilo de 45 rpm en el documental “It Might Get Loud”. Su ingreso sería hacer justicia.
The Zombies
Dentro de las bandas que fueron parte de la Invasión Británica en los 60, The Zombies es una de las más aplaudidas tanto por la crítica por el público gracias al éxito del single “She’s Not There” y al trabajo realizado en los arreglos en sus producciones. Lo de The Zombies, como tantos otros casos, viene a ser tardío, en especial si se trata de una primera nominación, a casi 50 años de su aparición en la escena.