De la observación de una mosca en un muro nació la idea de Spider-Man, uno de los superhéroes del cómic más populares del mundo, contó en Tokio su creador, Stan Lee, de 94 años, que indicó que el personaje estuvo a punto de no existir.
La idea del personaje fue instantánea, pero encontrar un nombre fue mucho más complicado, confesó Stan Lee, que en un primer momento dudo entre el hombre mosca y el hombre mosquito, según recuerda: «El nombre ‘Flyman’ no parecía bastante espectacular. Entonces pensé en Mosquit Man y luego pronuncié Spider-Man y eso sonaba realmente bien».
Lee, que quería innovar, había imaginado que el héroe sería un adolescente con «muchos problemas personales». «No tendría dinero suficiente, viviría con su tía enferma, de la cual tendría que ocuparse, y, además, tendría que combatir a los malos», contó el artista de Marvel al recordar la primera vez que le presentó el proyecto a su jefe.
«Stan es la peor idea que he escuchado. La gente detesta a las arañas: ¡nunca se llamará Spider-Man», le respondió el editor. «Un superhéroe es evidentemente un adulto que no puede permitirse tener problemas», recordó Lee que le dijo el editor.
Sin embargo, Lee fue autorizado a deslizar a su personaje en el último número de un periódico condenado a desaparecer: «Sólo para divertirme, para sacarme las ganas, incluí a Spider-Man en ese último número y no volví a pensar en él».
«Un mes más después, cuando se conocieron las cifras de venta, mi jefe vino corriendo y me dijo: ‘¿Recuerdas del ese personaje que nos gustaba tanto a los dos? Hagamos una serie», recordó con ironía.