Editorial de Freddy Stock, lunes 08 de enero.
Una completa vergüenza… Realmente, no se entiende en un Estado moderno, en una democracia respetuosa del laicismo y su necesaria independencia frente a toda creencia religiosa, la decisión del presidente de la Cámara de Diputados, el socialista Fidel Espinoza, de no poner en tabla la votación del proyecto de identidad de género el próximo 16 de enero, día en que coincide con la llegada del papa argentino Jorge Bergoglio a Chile.
Según lo que expresó a radio BioBio, el diputado Fidel Espinoza tomó esta impresentable determinación porque, «No me voy a prestar para poner un tema a la polémica por la visita del papa. Respeto mucho su visita, tengo cosas que plantearle al papa como lo que estamos viviendo en Osorno con el Obispo Barros y tengo un compromiso de entregarle un documento de protesta de los laicos de Osorno y, por lo tanto, no me voy a prestar para generar una polémica con un tema que es de alta sensibilidad para la iglesia».
Lo que hace el Presidente de la Cámara de Diputados es una afrenta a todo nuestro Estado de derecho, sobre todo si se toma en cuenta que su investidura lo convierte en la tercera autoridad de la República. Ninguna ley de Chile, ningún actuar de sus instituciones soberanas debieran ponerse de rodillas ante una creencia en particular o frente a un líder foráneo. El diputado socialista Fidel Espinoza nos humilla desde su testera de poder, nos mete en la Edad Media, nos oscurece triste y peligrosamente…