Este martes, Nicanor Parra falleció a los 103 años de edad.
Los primeros reportes indican que el antipoeta y académico habría fallecido debido a problemas de salud, pero aún se desconoce la causa exacta que provocó su deceso.
Nacido en San Fabián de Alico en 1914, comuna cordillerana ubicada a 45 kilómetros de Chillán, fue el primogénito del “Clan Parra” también integrado por sus hermanos Hilda, Violeta, Eduardo, Roberto, Lautaro, Elba y Óscar, todos ellos cultores de la música y el arte.
En 1933, Parra ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde estudió las carreras de matemática y física. En 1943 viajó a Estados Unidos becado por el «Institute of International Education» para continuar estudios de especialización, y luego, en 1949, partió a Inglaterra. Fue durante ese período que se acercó a la literatura y cultura, lo que potenció su labor poética. Dos años después de volver a Chile, en 1954, publicó «Poemas y antipoemas», el libro que produjo un corte radical en la poesía chilena e hispanoamerica.
No sólo destacó por su aporte a las letras, sino también a las ciencias, campo en el que a su juicio “no aportó nada”. “A la mecánica, a la teoría del movimiento, sí. Y no poco”, sostuvo en una entrevista en la que se refirió al aporte de la antipoesía.
Entre los reconocimientos que recibió durante sus más de 100 años de vida, se cuentan el Premio Nacional de Literatura de 1969, el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 1997 y el Premio Miguel de Cervantes en 2011, siendo eterno candidato al Premio Nobel de Literatura.
El antipoeta pasó los últimos años de su vida en su residencia ubicada en el balneario de Las Cruces, lugar donde celebró su centenario, en 2014, como su última gran actividad pública y en la que sólo aceptó la visita de la presidenta Michelle Bachelet.