Editorial de Freddy Stock, viernes 19 de enero.
Malas señales… Dos noticias cierran esta semana dejando en el ciudadano un sabor amargo de preocupación, rabia y reflexión. La primera, emana del ya discutible Tribunal Constitucional que pasó por encima de la decisión del Parlamento eliminando las facultades normativas y sancionatorias que fortalecían al Servicio Nacional del Consumidor, Sernac. La decisión fue aplaudida por el gran empresariado pero fue catalogada de “catastrófica” por el director del Sernac, Ernesto Muñoz. “Debilita de manera importante un proyecto cuyo principal objetivo era equilibrar la cancha entre empresas y consumidores”, dijo Muñoz.
Y este viernes, los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena presentaron su renuncia al Ministerio Público luego de que se le ofreciera una salida alternativa al desaforado senador UDI Iván Moreira, en el marco del caso Penta. Tras presentar su renuncia, el ahora ex fiscal Carlos Gajardo señaló no estar de acuerdo con las decisiones que se han tomado en “las causas que comenzamos a investigar en el equipo de la Fiscalía de Alta Complejidad: me estoy refiriendo a los casos Penta, SQM y Corpesca a partir de 2014”. En su carta de renuncia, según La Tercera, ambos fiscales emblemáticos en los casos sobre financiamiento ilegal de la política sostienen que, “nos transformamos en fiscales incómodos a quienes se les marginó progresivamente de las causas que llevábamos. Carecemos de poder decisorio en el devenir de las causas” y que “hemos manifestado en reuniones por escrito cada uno de nuestros desacuerdos y no hemos sido escuchados”.
Dos noticias que nos hacen dudar de nuestro real poder ciudadano frente a poderes fácticos. Ante un Tribunal Constitucional donde diez personas ponen en ridículo la legitimidad de todo un Poder Legislativo. O de una Fiscalía que –según los renunciados Gajardo y Norambuena- estaría sucumbiendo ante la influencia de los que suelen tener la sartén por el mango…