Te traducimos este artículo publicado originalmente en PremierGuitar, por el guitarrista Al Joseph.
Mi experiencia me dice que construir líneas siempre tiene que ver con textura y estructura. Desarrollar ideas para un solo y escribir melodías requiere de un buen entendimiento del contexto armónico y rítmico. Es sobre seducir al oyente y entregarle un viaje que sea difícil de olvidar. Obvio, es importante escribir para tí mismo y desde el corazón, pero también recuerda que si tu intención es inspirar a otros, entonces vas por el buen camino. Y acá es donde empezamos a hablar de melodía.
La melodía merece un nivel de prioridad en relación a la armonía el ritmo. En esta ocasión, te voy a mostrar cómo puedes mejorar tus líneas rápidamente. Las buenas noticias son que la música no sabe de límites, y no le importa en qué nivel estás. La armonía y el ritmo tienen que ayudarse mutuamente para ayudarte a contar tu historia.
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1.
En el Ej. 1 (ejercicio 1), vamos a tocar un arpegio de Em7 (Mi-Sol-Si-Re) en dos posiciones. No te preocupes, no vamos a entrar en teoría muy densa, pero recuerda que esta figura puede ser transpuesta a cualquier tonalidad. La primera parte en el décimo traste y sube por el mástil de la guitarra, mientras que el otro parte en el quinto traste. Dominar esto con tus dedos te ayudará a mapear un poco el diapasón de la guitarra. Sólo intento visualizar una octava a la vez, y luego tomar esa figura y moverla hacia donde necesite.
Ejercicio 1
2.
El Ej. 2 sigue la misma idea, pero esta vez usando un arpegio de Gmaj7 (Sol-Si-Re-Fa#). Elegí Mi menor y Sol mayor porque son centros tonales relacionados. Cuando te aprendas estos arpegios, enfócate en los pares de cuerdas que hay en cada octava. En el arpegio extendido que sube desde el segundo traste, atento a cómo el patrón se repite en cada octava. Ese no es siempre el caso, como verás en el segundo arpegio que asciende desde el noveno traste.
Ejercicio 2
3.
Ahora, vamos a usar el primer arpegio de Gmaj7 -el que tenía el patrón repetitivo- para practicar con una secuencia. Piensa el Ej. 3 en grupos de cinco. Cuando practiques este tipo de líneas, me gusta usar grooves de batería más que metrónomo. Pero acá está el giro: para desafiar progresivamente mi técnica, cambio constantemente la subdivisión de la métrica que uso. Por ejemplo, estamos en 4/4 acá. A medida que avanza la secuencia, voy a aumentar la subdivisión de negras, a tresillo de negras, a corcheas, luego tresillo de corcheas, semicorcheas y por último tresillo de semicorcheas. Eso no sólo aumenta la velocidad, sino que también te fuerza a estar atento al ritmo, resultando así en mejor velocidad y precisión. Me da control completo. Tómate tu tiempo con este ejercicio, porque vamos a aplicar la misma subdivisión al próximo.
Clickea acá para revisar el ejercicio 3.
4.
Volvemos al patrón del arpegio de Em7 en el traste doce para el Ej. 4. Hablemos sobre uñeteo. Porfavor, usa la técnica con la que te sientas más cómodo, pero si quieres saber, en el audio yo estoy usando tanto legato como puedo. Para los que no están familiarizados con este concepto, significa que estoy usando hammer-ons y pull-offs para hacer sonar muchas de las notas, como indico en la partitura y tablatura. Pero no hay necesidad de quedarse pegado en la técnica de la uñeta. Si quieres tocar cada nota usando uñeteo alternado o económico, entonces hazlo con estilo. Si quieres hybrid picking, dale. La idea es aumentar tu conocimiento rítmico y tocar ideas creativas.
Clickea acá para revisar el ejercicio 4.
5 y 6.
Ahora vamos a subir un peldaño con las subdivisiones. En el Ej. 5 y Ej. 6, vamos a usar los mismo arpeggios de antes, pero ahora vamos a tocar semicorcheas. Si nunca has hecho esto antes, no te asustes. Piensa este ejercicio como un pequeño aumento en la velocidad. Aprender a cambiar subdivisiones de forma fluida es una excelente forma de expandir tu habilidad para desarrollar líneas.
Clickea acá para revisar el ejercicio 5 y acá para el 6.
7.
Ya paremos con los ejercicios, hagamos música. El Ej. 7 parte cruzando el arpegio de Em7 con semicorcheas, y luego pasa a la siguiente octava usando tresillos de semicorchea. Luego, para variar un poco, metemos un poco de pentatónica. Eso me lleva a un comentario al margen: siempre aléjate un poco de SÓLO usar apregios, y mezcla con un poco de pentatónica u otras escalas a tus líneas. Una línea compuesta sólo de arpegios va a sonar muy cuadrada y redundante. Una forma de evitar esto es meterle un poco de tonalidades de escalas a la frase.
Clickea acá para revisar el ejercicio 7.
8.
En el Ej. 8 usaremos arpegios de Em7 de nuevo, pero la posición nos da convenientemente tres octavas para trabajar. En evz de apegarnos exclusivamente a la forma básica, también incluí algunos movimientos pentatónicos. Fíjate cómo al mezclar semicorcheas con tresillo de semicorcheas colorea mucho más la línea. La clave para sonar más profesional, es asegurarte de que tu interpretación le ofrece a quien escucha variedad en cuanto al ritmo y la elección de notas.
Clickea acá para revisar el ejercicio 8.
9.
Volvemos a la figura del Gmaj7 para el Ej. 9. Parte en la octava más baja, que está en el segundo traste, y nuevamente mezcla la sonoridad de la vieja confiable pentatónica de Mi (Mi-Sol-La-Si-Re). Repetimos lo mismo una octava más arriba, pero porque se nos acaba el espacio, tenemos que hacer un slide hacia arriba antes de terminar la línea en Sol mayor.
Clickea acá para revisar el ejercicio 9.
10.
En este último caso (Ej. 10), volvemos al arpegio de Gmaj7 en su posición más alta, pese que lo estamos tratando de una forma un poco más lírica en esta oportunidad. No hay secuencias, sólo tocar pequeñas partes del arpegio.
Clickea acá para revisar el ejercicio 10.
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