Anteriormente te hemos dado a conocer distintos estudios que afirman que el metal ayuda a enfrentar de mejor manera la muerte y a fomentar el pensamiento creativo. “Puras cosas positivas” como diría Don Francisco a las que se suma recientemente un nuevo hecho: Aquel género que tanto queremos resulta ser bueno para la salud mental.
El estudio fue realizado por los psicólogos australianos Paula Rowe y Bernard Guerin y se titula «Contextualizando la salud mental de los jóvenes metaleros: una comunidad para la proyección social, la identidad y el empoderamiento musical». Un bello nombre para un aún más lindo resultado que fue publicado hace unos días en el Journal of Community Psychology y que asegura los resultados beneficiosos que trae escuchar heavy metal.
En el artículo explican que el metal tiene una influencia positiva en los jóvenes de entre 18 y 24 años, ayudándolos a evitar malos ratos producidos por el estrés o de agresiones externas:
«La identidad metalera está representada popularmente como un mal que conduce a problemas de salud, pero con pruebas erróneas. Documentamos los contextos de la comunidad en torno al metal y el bienestar hablando directamente con los jóvenes seguidores del metal. Participamos en conversaciones informales, en reiteradas oportunidades, con 28 jóvenes australianos que les gustaba mucho este género (de 18-24 años, 5 mujeres y 23 hombres), y se llegó a la conclusión que la identidad metalera y su comunidad los protegían de problemas de salud», señala el texto.
Los jóvenes del estudio habían revelado que se han sentido marginados e intimados en el colegio y que comenzaron a disfrutar el metal como una vía de escape para el enojo, una especie de catarsis. Del mismo modo, ellos señalaron que el circuito del metal les sirvió como refugio para lidiar contra los «bullies» de sus escuelas.