La interpretación de un instrumento aumenta la actividad cerebral, por lo que curaría discapacidades y disminuiría los efectos del Alzheimer.
La doctora mexicana Amelia Guízar Bermúdez indica que algunos instrumentos hacen funcionar ambos hemisferios, como por ejemplo el piano, haciendo que las dendritas o prolongaciones neuronales sean capaces hasta de regenerarse. Esto, reduciría la pérdida de memoria al fortalecer las neuronas.
Como pedagoga musical, Guízar Bermúdez descubrió que debido a la musicoterapia algunos niños discapacitados tuvieron avances significativos respecto de su condición. Así, confirmaría no sólo la cura para discapacidades motoras, sino también en el caso del autismo.
A modo de consejo, la doctora le recomendó a todos los que crecieron sin la oportunidad de ejecutar un instrumento que se habitúen al canto. Vocalizar en diferentes ritmos musicales complejos como la música clásica o el jazz y a diferentes velocidades sería de ayuda.