PALABRAS SACAN PALABRAS

Casa de huifas

Editorial de Freddy Stock, jueves 15 de marzo.

Editorial de Freddy Stock, jueves 15 de marzo.

Casa de huifas… es divertido ese término, un chilenismo de lo más profundo, la “casa de huifas” que en otros países del barrio se conoce también como casa de remoliendas, de tolerancia, de putas, lenocinios o prostíbulos. Es el antro de la profesión más antigua y la musa que ha motivado grandes canciones en todo tipo de estilos y situaciones. Un respetable lugar donde las doncellas del amor contribuyen con energía a calmar las pasiones de la sociedad y donde, se sabe ahora, era inquilino el ahora flamante general director de Carabineros, Hermes Soto.

Según su filtrada hoja de vida institucional y siendo un mozalbete subteniente de 22 años, Soto fue castigado por esta inclinación que -para nosotros- no merecería castigo alguno si es que el oficial pagó sus servicios y no ocupó para saciar su normal apetito, el peso y la fuerza que le otorgó el Estado. Porque ahí, lo que hubiera hecho el joven subteniente Hermes Soto es abuso de poder y la consecución de favores sexuales por presión, fuerza o miedo que es lo más parecido al significado de violación que existe.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, salió en su defensa señalando que el Presidente sabía al detalle este desliz de un joven de 22 años y, claro, habrá pensado el Mandatario, pecados de juventud y hojas de vida manchadas las puede tener cualquiera.

Problemas que afloran por una “casa de huifas” que también es sinónimo en el pueblo chileno de algo que es un desastre, un desorden, una tole tole sin pies ni cabeza… Así que tenemos nuevo general director de Carabineros con una misión clara y que es, vaya paradoja, arreglar entonces la casa de huifas que hay en la institución que ahora encabeza…


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