Editorial de Freddy Stock, lunes 26 de marzo.
Una pequeña reflexión… ya que entramos en esta semana, llamada Santa y que sigue siendo de importancia espiritual para una parte de los chilenos, hacemos una reflexión sobre el rumbo enrarecido en que estamos insertos. Es un vaho de rabia y odiosidad que también llega de Occidente, de Estados Unidos y su rumbo preocupante, de Europa donde la ultra que se creía acorralada luego del horror nazi, toma terreno con mensajes de muros, desconfianzas, xenofobia y racismo.
No parecemos ajenos a este tufo de malas vibraciones humanas. Surge un personaje como José Antonio Kast con un discurso que punza heridas no cerradas y provoca su agresión en un recinto universitario. Un acto que ya tildamos de impresentable, torpe y preocupante. Ninguna violencia, verbal o física, debe combatirse con la misma oscuridad porque, al final, terminamos todos en las tinieblas.
En lo interno, un gobierno intenta redirigir al país -legítimamente- hacia el rumbo que consideran correcto. Tienen 3 millones 700 mil votos que los avalan, pero otros 3 millones 100 mil que no estarían de acuerdo y un nuevo Parlamento que le es variado, desconocido y adverso.
Por último, está la amenaza en el norte, con Bolivia dirigida por un líder que parece haber encontrado la fórmula para perpetuarse en el poder: victimizarse con un discurso que, de paso, siembra odio hacia Chile.
Bolivia fue clara en su última réplica en La Haya, exhortando al tribunal a votar un camino que aleje un potencial conflicto armado. Es decir, pase lo que pase en algunos meses cuando se conozca el veredicto, tendremos que elegir un camino para seguir conviviendo eternamente con nuestros vecinos. Uno, por supuesto, que escape a la atmósfera beligerante que amenaza con ahogarnos a todos sin el oxígeno de la razón…