De todas maneras, hay diversos métodos y terapias que ayudan a tratar estas dificultades y trastornos.
Esta semana el doctor Mauricio Salas, urólogo, sexólogo y magister en psicología clínica, publicó en Nueva Mujer un estudio sobre los problemas sexuales que aquejan a mujeres y hombres chilenos.
Algunos varones sufren de dificultades sexuales que lamentablemente guardan para sí mismos por la poca confianza que tienen al momento de buscar ayuda. La psicología y la fisiología son vulnerables, ya que «las mujeres están más empoderadas y demandantes«, provocando que se sientan puestos a prueba a cada instante.
Problemas en hombres
La eyaculación precoz o prematura es la disfunción sexual más frecuente en los hombres menores de 40 años, definida como «la eyaculación que ocurre con mínima estimulación sexual, antes, durante o poco después de la penetración y antes que el paciente lo desee».
Bajo el paradigma en el que viven hoy en día, el hombre debiese ser el responsable de otorgarle el orgasmo a la mujer, pero el eyaculador prematuro es calificado como un «macho preocupado por su placer personal», que le niega a su pareja la tan esperada culminación.
Sin embargo, no es así. El paciente que tiene esta dificultad sufre por su estado, donde su autoestima se ve muy afectada y se ve obligado a evitar los encuentros eróticos, agravando el problema cada vez más.
La disfunción eréctil es otro de los malestares que afecta la vida erótica de los hombres, que corresponde a la incapacidad de obtener una erección intensa y duradera como para iniciar, mantener y terminar el acto sexual.
Esta afecta a uno de cada de cinco varones, equivalentes al 20%, la cual puede presentarse de manera esporádica en todos ellos, especialmente cuando están bajo estrés o con alcohol en el cuerpo. Además, aumenta con la edad y afecta al 15%, 25% y al 49% de los hombres que van desde los 40 a 69 años.
Las causas de esta disfunción se presentan por causas orgánicas como la diabetes Mellitus, hipertensión arteriales y urológicas, entre otras; psicológicas como el miedo al fracaso, ansiedad, poca experiencia sexual, culpa e inseguridad; y mixtas, siendo las más frecuentes, ya que es una mezcla de las anteriores, además de los problemas de parejas que se potencian y provocan este malestar.
Asimismo, hay individuos hipersexualizados que son parte del amor líquido que son «sin profundizaciones genuinos, adictos a encuentros en redes sociales, con compulsiones irrefrenables de ver pornografía, incluso dejando de lado a la pareja y creándoles problemas personales y laborales«, explicó el sexólogo.
Problemas en mujeres
Las mujeres generalmente están enfrentadas a diversas exigencias que van desde lo laboral hasta lo familiar, y que después de siglos de estar sometidas por los hombres, se encuentran hoy sin transición, cotejadas con un modelo sexual que no sólo se convierte en la regla de la feminidad, sino en una búsqueda constante.
Hay muchas de ellas que aún tienen ciertos tabúes que les impiden una liberación fluida de su entera sexualidad, los cuales afectan de manera consciente o no a las mujeres. Además de ciertos códigos que se tienen con el otro, como la confianza, la empatía y el intercambio emocional que son claves para el placer.
En la misma línea, precisan quererse, respetarse y descubrirse a sí mismas para poder reconocer los deseos propios y saber satisfacerlos, ya que todas las necesidades son diferentes.
Los problemas más comunes que presentan es el interés sexual disminuido o inhibido que se debe, principalmente a problemas relacionales, médicos o personales, que termina afectando todos los parámetros del autoerotismo, la imaginación erótica y cualquier intento de acto sexual.
El dolor durante la relación sexual es muy común y es definido como aquellos malestares que ocurren durante el coito y se dividen en dos tipos: los que aparecen al inicio (dolores a la penetración) y los que se dan cuando el pene entra en contacto con el fondo de la vagina (dolores profundos).
Las causas de esto se deben a la poca lubricación de la vagina, falta de excitación, problemas hormonales, infecciones o enfermedades crónicas de la piel.
Pueden producirse también por la salpingitis, que es la infección de una o más trompas de falopio, siendo la causa principal de infertilidad y a menudo es acompañada de hemorragias y mucho dolor durante la menstruación.
Por último, está la endometriosis que es cuando el tejido que recubre el interior del útero se desarrolla fuera de este, en el abdomen o la vejiga.
Tratamientos
Sin embargo, el doctor Salas aseguró que hay diversos métodos y terapias que ayudan a tratar estas dificultades y trastornos, encontrando soluciones efectivas para sanar y recuperar las ganas de estar con alguien y de encontrarse a sí mismo.
«Ahora es posible disfrutar de la vida, encontrar la armonía, en una sexualidad sana y plena. Es fundamental aprender a escucharse, apreciar con todos nuestros sentidos al otro y sobre todo a uno mismo«, señaló el especialista.