Se trata de Longyearbyen una remota aldea donde las temperaturas pueden llegar a los 40 grados bajo cero.
Longyearbyen es un remoto pueblo de Noruega donde las condiciones climáticas azotan a sus habitantes prácticamente todo el año. Es considerada la aldea más cerca al Polo Norte y está cubierta en un 60% por el hielo. Las temperaturas pueden llegar fácilmente a los 40 grados bajo cero en invierno y hay más osos polares que humanos (3.000 vs 2.500).
Debido a sus extremas condiciones climáticas, a los habitantes se les ha prohibido morirse. Aunque no es una ley, sí es una recomendación que existe desde 1950, debido a que es muy difícil acceder a servicios funerarios desde esas latitudes, según señala el sitio Gizmodo.
En Longyearbyen no se entierran cadáveres, por lo que si una persona está enferma de gravedad, se le recomienda viajar al continente por si fallece. Aunque el pueblo cuenta con un hospital, la recomendación radica en que las bajas temperaturas no permiten que los cuerpos de descompongan.
Si se entierran cadáveres frescos, estos pueden diseminar enfermedades, como lo que descubrió en 1998 un equipo de investigadores que exhumó varios cuerpos y encontró virus vivos de una epidemia mortal.