La tercera cinta de los Vengadores no deja indiferente con su propuesta que premia a seguidores y confunde a los casuales.
Por Héctor Muñoz Tapia
Estos son muy buenos días para ser nerd. En realidad, desde hace más de una década que los que soñamos con ver a nuestros superhéroes favoritos en la pantalla grande, esos que leíamos en los cómics, veíamos en series animadas de TV o jugábamos con figuras articuladas, tenemos la tendencia global y de la industria a nuestro favor y nos regocijamos como niños ante cada estreno. Y la huella que ha dejado Marvel Studios desde 2008 es algo que jamás podrá ser borrado de la cultura popular.
Por eso no sorprende lo que ha pasado en estos días tras el estreno de «Avengers: Infinity War«, la película número 19 del Universo Cinematográfico de Marvel, que logró con éxito meter en una misma cinta a todos los superhéroes que hemos visto en pantalla grande desde ese ya lejano primer estreno de “Iron Man”. Los vemos a todos. A los Vengadores que se juntaron en 2012 para salvar a la humanidad con los Guardianes de la Galaxia que nos han hecho reír guardando el cosmos. Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, Doctor Strange, Spider-Man, Black Panther, Star-Lord, Rocket, Groot… todos juntos y revueltos para hacerle frente a la amenaza de Thanos, que quiere conseguir todas las gemas del infinito para destruir a la mitad de la vida en el universo. Entrar en los motivos de un villano con el que la película te hace empatizar y hasta entender (gran mérito de Josh Brolin, que con su voz construyó quizás al villano más complejo del MCU), ya es adelantar partes importantes de la trama, así que mejor callar. Solo puedo adelantar que el concepto que queda dando vueltas en la cabeza es el del equilibrio. ¿Acaso puede una cinta taquillera plantear semejante valor? Lo hace, y vaya que bien.
Los hermanos Russo, responsables de dos de las cintas del Capitán América (una de ellas, “The Winter Soldier”, la mejor de todo el MCU), demostraron en «Civil War» que pueden manejar muchos personajes en un solo relato, y en “Avengers: Infinity War” se lucen como nadie. Solo su visión permitió que la titánica tarea de darle vida a un evento de cómic la cumplieran de forma impecable. Los 149 minutos que dura la película son como un paseo en montaña rusa, como si un buen DJ de fiesta te agarrara del cuello y no te soltara a punta de cortes infalibles en la pista de baile. Con toda la carga emocional que tiene, y que sí, te conmueve hasta lo más profundo si has visto las 18 cintas anteriores de este universo, esta “guerra del infinito” cumple con lo que promete y celebra una década de construcción, de cariño por los personajes y de un sentido de unidad inédito en el cine. Ver los cruces hechos para su proyección en IMAX es ver portadas de cómics una tras otra. No hay respiro en un relato que parte en 100 y que te impacta con revelación tras revelación, con giro tras giro, y un final que en una primera función te deja sin habla pensando en las posibilidades de cierre.
Aunque «Avengers: Infinity War» es un producto que entretiene, y que lo seguirá haciendo por bastante tiempo más, rompiendo récords de taquilla en todo el mundo, una marca que difícilmente podrá ser siquiera igualada por cualquier tipo de competencia y que cumple con todo lo que los chicos que seguimos siéndolo esperan, también es un signo de los tiempos. Te exige estar familiarizado con el MCU para no perderte. Funciona más como un cruce de camino entre personajes, una intersección de elementos desarrollado previamente, que como un relato unitario. Tienes que conocer a estos superhéroes y sus mundos para disfrutarlo de forma plena, sin perderse por las ramas. Solo así, tu experiencia será total.
Y ese es el único inconveniente que presenta «Avengers: Infinity War». Como todo evento de cómics que se precie de tal, no necesita una historia unitaria que se valga por sí misma. Basta que desfilen los personajes para que nuestros corazones queden rebosantes. Pero todo el cariño del mundo no te entrega como resultado una película. Más bien es el climax de una epopeya, ese capítulo destacado de una temporada de una serie memorable. El punto más alto de un cuento que venimos siguiendo hace un tiempo. Es el fiel resultado de esta era que vivimos, cargada a las playlist, a las listas, a los rankings y a las selecciones. Es un compilado de grandes éxitos más que un disco completo, lo mejor de lo mejor. Y está lejos de terminar.
A pesar de todo eso, «Avengers: Infinity War» se nos quedará grabada en la cabeza para siempre… hasta que en mayo de 2019 se estrene «Avengers 4» y le dé el sello definitivo a una historia que se contó en 22 películas. Un número que garantiza lazos eternos. Por mientras, a seguir disfrutando.