El peleador tuvo un comportamiento inexplicable durante el pasado fin de semana.
Conor McGregor es dado a las polémicas, pero muchos dicen que ahora se pasó de la raya. Es que el luchador tuvo un «día de furia» y ahora lo buscan para detenerlo.
Como «lo más asqueroso que ha pasado en la historia de la compañía» calificó el hecho Dana White, presidente de la UFC, luego de la orden de detención decretada en contra el irlandés, a raíz de su comportamiento en el Barclays Center.
En ese lugar, el peleador generó una serie de problemas, como por ejemplo haber arrojado una valla de contención hacia un bus en donde estaban los luchadores que participarían en UFC 223, recoge ADN.
Los incidentes fueron registrados por varias cámaras, aunque se desconoce las razones de la furia de McGregor, quien durante el fin de semana fue coronado como nuevo campeón peso ligero.