Por Jorge I. Lagás
Se materializa el regreso a Chile de uno de los grupos más célebres de la movida del rock progresivo italiano surgido a partir de los 70: Premiata Forneria Marconi, también conocidos como PFM, estarán esta vez con dos fechas. Una en Concepción, este miércoles 25 de abril en el Teatro de la Universidad de Concepción. Y la otra en Santiago al día siguiente, jueves 26 de abril en el Teatro Oriente.
Lo hacen con la gira de promoción de su último disco “Emotional tattoos” (2017) y con todos sus clásicos. En la espera hablamos con el bajista Patrick Djivas, uno de los dos integrantes históricos que están hace más de cuatro décadas haciendo funcionar esta máquina de música. Acá sus palabras:
-¿Qué se cuenta, Patrick? ¿Contentos de volver?
-Nos encanta tocar por todo el mundo y en Latinoamérica. Pasa que ustedes son muy parecidos a nosotros, de alguna manera. PFM tiene una relación algo rara con sus públicos. Para nosotros, todos los que vemos al frente son como una familia y todos se parecen. Aunque vengan de Austria, de Chile o de donde sea, son iguales (risas). Es extraño, pero pasa.
-Lo tomaremos como un cumplido. Vienen con su nuevo disco “Emotional tattoos”, ¿cómo fue todo el proceso de hacer este material?
-Este fue un álbum que nos tomó varios años poder hacer. Entre medio hicimos hartas cosas, como música para películas o música clásica, con orquesta y todo eso, que convertimos en disco también. Y finalmente pudimos tener terminadas estas canciones.
-¿Cómo fueron esas experiencias de poder hacer música clásica?
-Fue como tocar con Mozart y toda esa gente, algo fantástico. También, entre las otras cosas que hicimos, volvimos a trabajar con Fabrizio De André, compositor italiano con quien habíamos hecho cosas hace muchos años, ahora hicimos un disco con canciones suyas. Después de todo esto, se nos abrió espacio para terminar nuestras nuevas canciones.
-¿De dónde salieron las nuevas ideas, hubo alguna motivación especial?
-Sólo tocamos lo que sentimos. Nunca pensando en que deberíamos hacer algo desde un punto de vista del marketing, o para vender más discos, o lo que sea. No nos importan esas cosas, somos músicos y para nosotros lo más importante es ir al escenario y tocar la música que nos gusta. Eso hicimos. Tomamos lo que está en nuestras cabezas en ese momento y lo tocamos.
-El disco tiene dos versiones, en inglés y en italiano, retomando esa costumbre que tuvieron en un tramo su primera década.
-Lo curioso es que las dos versiones no son iguales. Yo escribí la que es en inglés y Franz (Di Cioccio, baterista y vocalista fundador) escribió la italiana. No tuvimos tiempo para hablar entre nosotros y ver qué estaba escribiendo el otro. De verdad no tuvimos tiempo, con tanto trabajo.
-La vez pasada que vinieron, Franz nos comentó que la música que hacen es “al dente”, ¿podrías explayarte en esa analogía gastronómica?
-PFM siempre rechazó tocar con computadores, secuencias o cosas así. Porque queremos mantenernos lo más libres posible a la hora de tocar. Si en un show queremos hacer un solo más largo, o más corto, o más rápido, podemos hacerlo. Podemos cambiar todos los días lo que hacemos. Por eso Franz dice que es música al dente, porque no hay nada pre-cocinado, se hace y se sirve en el mismo momento.
Para vivir ese momento en directo, las últimas entradas para Concepción están por Daleticket y boletería del Teatro. Para Santiago, están en Puntoticket (y puntos habilitados en Hites y Cinemark) y en boletería del Teatro.