El máximo líder de la iglesia católica envió misiva a obispos chilenos tras conocer el informe de su enviado especial.
Monseñor Santiago Silva, presidente de la conferencia episcopal de Chile, junto al secretario, monseñor Fernando Ramos, leyeron una carta donde el Papa Francisco compartió «una reflexión» a los obispos chilenos.
«Como Santo Tomás, no debemos temer la duda, sino temer la pretensión de querer ver sin fiarnos del testimonio de aquellos que escucharon de los labios del señor la promesa más hermosa», indicó al comienzo de su misiva, agregando que fueron 64 los testimonios los que se recogieron en Santiago y Nueva York, revelando que Charles Scicluna y Jordi Bertomeu terminaron «abrumados por el dolor por tantas víctimas», indicó.
Además, la máxima autoridad de la iglesia católica reveló que «pienso convocarlos para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita y mis conclusiones», además de concebir ese encuentro como «un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas», solicitando fijar una fecha para eso, que podría ser durante el mes de junio.
Así, el Papa reconoció también que incurrió «en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por la falta de información veraz y equilibrada», además de pedir «perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo también personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas».