Por Jorge I. Lagás
Después de más de 20 años de andanzas, el supergrupo punk Me First And The Gimme Gimmes se anotó su primera visita a Chile en concierto, para el viernes 27 de abril en el Club Subterráneo de Providencia (entradas en Passline).
Su esencia es versionar canciones populares, principalmente de los 60, 70 y 80, es así como han sacado discos dedicados a canciones de películas, de musicales, de r&b, de country, de divas del pop y otras inspiraciones, todas en clave hardcore punk.
El grupo lo integran actualmente Jay Bentley (Bad Religion), Joy Cape (Lagwagon), Dave Raun (Lagwagon), Scott Shiflett (Face to Face) y el cantante Spike Slawson. Hablamos con este último y así nos anticipó esta visita:
-Spike, falta poco para verlos, imagino que la ansiedad es mutua.
-Pero claro. Soy un bebé del nuevo mundo. He estado en Europa, el viejo mundo, varias veces. Y creo que el fuego está aquí, en el nuevo mundo: la intensidad, la energía, asumo que también es así en la parte de más abajo del mapa, ¿sabes a lo que me refiero?
-Por supuesto. Cuéntanos qué se puede esperar de esta primera visita.
-Obviamente la música, primero que todo. Si escuchas un disco de nosotros, tan sólo tendrás una fracción de lo que somos en escena. Lo más completo está en los shows. Ocupamos ropa especial, tenemos pasos de baile, chistes y toda una experiencia integral. A diferencia de otras bandas punk, no cargamos ese arquetipo de “mantenerse real”. ¿Te hace sentido?
-Más o menos. Expláyate en eso último.
-Que esto es absolutamente un chiste, siempre lo ha sido desde que empezó. Y eso trajo que nos rechazara un sector que considera que esto se trata de “mantenerse real” y en eso no caben los chistes. Es así como a muchos de ellos no les fue tan bien, porque creo que cuando vas a ver una banda no quieres algo tan “real” al punto que sea casi lo mismo que tú. Buscas algo más, algo que escape a la vida de mierda que llevas, algo que involucre más elementos, algo hecho mejor de lo que podrías hacerlo tú en tu casa.
-Ya veo. Ustedes han cubierto varios estilos, desde canciones de los 60, r&b, country, divas, musicales… ¿tienes algún estilo favorito que te guste versionar?
-No… bueno, en realidad sí, creo que soft rock de los 70. Por alguna razón, siempre es lo mejor que nos ha salido como banda.
-Los discos que hacen suelen ser dedicados a alguna de esas corrientes, ¿cómo lo hacen para elegir el repertorio a cubrir cada vez?
-Eso siempre es difícil. Lo que espero es que un día dejemos de hacer álbumes temáticos y hagamos canciones por el mero hecho de que nos gustan. O porque nos salen más fácil. Y creo que así lo queremos hacer más adelante.
-¿Alguna vez han tenido reacciones de artistas a los que hayan versionado?
-The Eagles. No fue directamente, sino a través de su management, que nos contactó porque les preguntamos por una licencia para hacer un video. Se necesita una licencia distinta para cuando quieres hacer un videoclip, distinta a cuando la haces en un disco. Y bueno, no solamente no nos dieron la licencia, sino que la banda odió nuestra versión.
-Jajajaja. Son los riesgos de hacer este tipo de cosas.
-No, ¡es un honor! Si les hubiera gustado, significa que algo estamos haciendo mal.
-¿Hay alguna canción que no hayan hecho todavía, que te gustaría hacer?
-Estamos trabajando en algo ahora mismo. Me gustaría hacer canciones en español, hay boleros que me encantan. Y otras canciones clásicas que en su estilo están muy abiertas a ser reinterpretadas.
-Efectivamente, sabemos que estás muy metido en la música latina, en los boleros, en música de México, Puerto Rico, Colombia, etc. ¿Qué es lo que te atrae de la música latina?
-Creo que nadie puede escribir mejores canciones de amor que esas. Tal vez franceses o italianos, pero en cuanto a países de habla inglesa o alemana, no les sale muy bien. Cuando escuchas un bolero, cantan cosas que a alguna gente le parecerá muy cursi, pero la forma en que lo cantan es muy en serio. No hay ironías ni poses, sino puro amor.
Si es el amor lo que los mueve para ir a ver a Me First And The Gimme Gimmes el próximo viernes 27 de abril en el Club Subterráneo de Providencia, las entradas están a la venta por sistema Passline, a sólo $28.000. Apúrense porque la preventa está agotada. Acá Spike les deja su invitación: