La Casablanca logró su 13 Orejona.
Por ADN.cl
En un encuentro emociuonante en Ucrania, Real Madrid se coronó campeón de la Champions League, tras vencer por 3-1 a Liverpool, en un encuentro que contó con varias incidencias y con la responsabilidad del arquero Loris Karius.
Durante los primeros pasajes, el cuadro inglés manejoó las acciones, acercándose con peligro sobre el arco del equipo español. Sin embargo, llegó un momento que marcó el desarrollo del pleito: La lesión de Mohamed Salah.
El egipcio fue derribado en una jugada por Sergio Ramos, lo que provocó su salida del campo de juego. de ahí en más, Real Madrid manejó las acciones con propiedad, puesto que el golpe emocional se sintió en los Reds.
En la segunda parte vendrían los goles, siendo el primero por un grosero error (pero no el único) por parte de Loris Karius, quien salió teniendo enfrente a Karim Benzema, el que aprovechó para abrir el marcador a los 51′.
A pesar de la ventaja y del golpe, Liverpool no se vino abajo, ya que trascartón, Sadio Mane empató a los 55′, sembrando la esperanza en los ingleses.
Con el escenario, Zinedine Zidane movió el tablero y sacó a Isco, de buen cometido, por Gareth Bale, un galés que cambió el panorama totalmente, ya que puso arriba a los españoles con una hermosa chilena a los 64′.
Sin embargo, vendría lo peor a los 83′, puesto que en un disparo en donde parecía que el balón estaba controlado, el británico otra vez batió a Karius con un tiro que se les escapó de las manos al arquero de Liverpool.
Un triunfo justo, para un equipo que fue durante todo el pleito el dominador, ante un elenco inglés que tras la salida de su estrella se derrumbó y no contó con un arquero a la altura.