«Estábamos muy cegados por el constante ambiente de fiesta», reconoce el líder de la banda.
Dave Mustaine admitió haber lamentado la elección del primer manager de Megadeth, nada menos que su dealer personal.
Han pasado 35 años desde que Mustaine fue despedido por Metallica y formó una nueva banda como un acto de venganza, y 33 desde que salió el álbum debut de Megadeth, «Killing Is My Business … and Business Is Good», y cuando Metal Hammer le preguntó si había algo que hubiera hecho de manera diferente durante los años formativos de Megadeth, Mustaine mencionó a su primer manager. «Elegimos un manager en función de lo que podía proporcionarnos, porque él era el traficante de drogas para la banda. Estábamos muy cegados por el constante ambiente de fiesta. Mis compañeros Gar (Samuelson) y Chris (Polonia) estaban viviendo un cierto estilo de vida, y cuando Dave Ellefson y yo nos reunimos con ellos, en lugar de que ellos se parecieran más a nosotros, nos volvimos más como ellos, y empezamos a comprometer casi todo».
En una entrevista al Baltimore Sun de 1991, el coloro líder de la banda, Mustaine había contado que hacía poco tiempo había tomado el control de sus problemas de adicción: «Comenzó con alcohol y marihuana, y luego vino la cocaína y la heroína y la pasta base. Hasta hace 14 meses, toda mi carrera discográfica había estado envuelta en una nube de drogas pesadas. Tuve una relación ridícula con un manager que nos estaba pasando droga en la carretera para mantenernos ebrios, para que no nos diéramos cuenta de los errores que se nos estaban haciendo «.
En la nueva entrevista, Mustaine, quien hizo una contribución significativa al material inicial de Metallica, tamién explicó su decisión de cambiar de dirección con Megadeth y el factor que tuvo Samuelson, fallecido de insuficiencia hepática a los 41 años en 1999, en la batería: «Pudo haber sido muy fácil copiar a Metallica, hubiera seguido escribiendo cosas como estaba, lo que no fue simple de ninguna manera. Las cosas que trabajé con Metallica es de gran música, pero hay un cierto tipo de camino que lleva. La velocidad no era todo, porque había cierto swing en esa música. Podría haber tomado el camino que tenía Metallica, que era un poco más directo, pero la batería de jazz de Gar Samuelson realmente me ayudó a acentuar la interpretación. Lo extraño mucho, fue un gran talento. Miro hacia atrás esa etapa, y tengo tanto remordimiento por cómo terminaron ciertos períodos en nuestras vidas. Gar y yo hablamos un poco al final, pero no como tanto como me hubiera gustado en retrospectiva, especialmente ahora que él se ha ido».