El líder estadounidense le mostró a su par norcoreano la potente limusina que utiliza para movilizarse.
Ha sido catalogada de histórica y no es para menos, ya que la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un termina con más de medio siglo de relaciones cortadas y hostilidades entre las dos naciones.
Pero la reunión entre los dos líderes no ha estado exenta de momentos fuera de protocolo. Uno de ellos fue cuando Kim Jong-un le pidió a Trump que le mostrara el interior de “La Bestia”, la potente limusina que utilizan los presidentes de Estados Unidos para movilizarse.
Seguramente nunca se había registrado un momento así, más aún teniendo en cuenta que “La Bestia” es uno de los secretos mejor guardados de Estados Unidos.
De hecho, solo se saben algunas de sus características, como por ejemplo, que está blindada con tecnología militar y contiene sangre de Trump, en caso de algún atentado en que necesite de forma urgente una transfusión.
Es también una muestra de la buena salud que tienen las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.