El delantero se echó el equipo al hombro en el duelo frente a Nigeria.
Con humildad y autocrítica, pero a la vez felicidad, reaccionó Lionel Messi tras la clasificación a los octavos de final de Rusia 2018, indicando que no perdieron la fe en ningún momento, pero que de todas formas se les complicó con el penal.
«Estábamos muertos, la veíamos difícil. Si bien sabíamos que íbamos a ganar, que lo íbamos a sacar porque había llegado una oportunidad única, no esperábamos que se nos complicara tanto, de ir a buscar, con lo que eso significa, con la ansiedad», aseguró el delantero de la albiceleste.
Messi también sostuvo que lo ocurrido ante Nigeria es un bálsamo a todo lo que ha debido tolerar en el último tiempo la Albiceleste: «Sufrimos mucho, desde que empezó al Mundial que nos pudimos ganar el primer partido injustamente. Después en el segundo en el 1-0 estábamos bien, pero pecamos de inocentes. Regalamos dos goles innecesarios haciendo que se complicara la clasificación y esto es un desahogo para nosotros, para la gente. Esto es impresionante».