En un nuevo escándalo está involucrado el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. Luego de que en un evento con la comunidad filipina en Corea del Sur haya obligado a una mujer del público a besarlo en la boca.
Este domingo durante un acto en Seúl, el mandatario filipino de 73 años, estaba haciendo entrega de un libro sobre la presunta corrupción de la Iglesia católica en Las Filipinas. En ese momento dijo que una mujer tenía que subir a recoger el libro, porque quería un beso a cambio. «Hombres no, el precio de esto es un beso» dijo mientras apuntaba a una mujer del público. «¿Estás dispuesta a darme un beso?» preguntó.
En el momento que subieron dos mujeres al escenario y el presidente les dijo que compartieran el libro, a una de ellas le dio un beso en la mejilla. Pero a la otra le pidió uno en la boca. «¿Estás soltera?, ¿No estas separada?, Pero ¿puedes decirle que esto es sólo una broma?» dijo en referencia la marido de la mujer, antes de abrazarla y besarla.
Luego que se conociera esta situación, varios se mostraron molestos con el actuar del presidente. Uno de ellos el ex fiscal general, Florin Hilbay, quien calificó el acto de un «camino hacia la normalización de la misoginia». El congresista opositor, Gary Alejano, también se molestó y señaló que «la medida de un verdadero hombre no es la forma en que abusa de una mujer sino cómo respeta sus derechos y su persona».
Mientras que la mujer, casada con un surcoreano y madre de dos hijos dijo que por su parte, no hubo malicia en el beso, que pretendía «entretener y emocionar a la audiencia».
Por otro lado el partido político de mujeres «Gabriela», lamentó que la mujer tuviera que defender los actos del presidente. Y en un comunicado aseguraron que «esos actos del presidente Duterte sólo pretenden distraer a la gente de las cuestiones reales y acuciantes en el país (…) Sus reiterados actos de machismo pretenden entretener para ocultar la realidad de su rápida caída de popularidad».