Por Jorge I. Lagás
Hace 20 años la vida era distinta: Chile jugaba el Mundial de Francia, detenían a Pinochet en Londres, la gente veía por primera vez cómo Gohan mataba a Cell por televisión abierta, y en el rock, una de las tendencias que cobraba más fuerza entre los seguidores chilenos era el power metal europeo.
Uno de los lanzamientos más recordados de esa oleada fue el de los italianos Labyrinth con su disco “Return to heaven denied”, en pleno 1998. Aprovechando la fuerza que habían cobrado fenómenos como el de Rhapsody, fue muy bien recibido por estos lados y así se notó después cuando vinieron por primera vez, el año 2000.
Ahora es 2018 y es momento de que Labyrinth vuelva, celebrando los 20 años de “Return to heaven denied”. La fecha elegida es el miércoles 5 de septiembre en el Club Blondie, donde lo estarán tocando completo. En la espera, llamamos al guitarrista Olaf Thörsen, guitarrista, co-fundador y líder del grupo, quien respondió nuestras inquietudes.
-Olaf, un gustazo. ¿Cómo los tiene este regreso?
-Estoy súper feliz. Me gusta Chile, yo viví en Chile, para mí es como mi segunda casa. Y tocar ahí después de 18 años, ha sido un tiempo tan largo, así que realmente estoy feliz.
-Exactamente, viviste acá un tiempo, ¿podrías contar cómo fue esa estadía?
-Viví muchos años. Desde el 2003-2004, me iba para allá unos tres o cuatro meses cada año, cada verano. Así que me siento muy conectado, Chile es mi segundo país, soy hincha de la Selección. Los otros integrantes de la banda también están felices porque las otras veces que hemos ido fueron siempre espectaculares. Como público y personas son bastante calientes, al igual que todo Sudamérica, pero tienen algo particular. Caliente pero respetuoso al mismo tiempo. Una atmósfera muy amigable que nos gusta mucho.
-Qué bueno saberlo, siempre bienvenido por acá. Esta vez llegan con los 20 años de “Return to heaven denied”, ¿qué significa para ustedes esta celebración?
-Es algo difícil de explicar, porque de verdad para nosotros es un álbum importante, pero también hicimos muchos otros que nos gustan. Y ver que este álbum tiene tanta trascendencia para los fans es algo inexplicable. Claro que es un buen álbum, me gusta, yo lo escribí, pero los que lo hicimos no podemos decir por qué funcionó como funcionó. Si tuviera una respuesta, lo haría de nuevo (risas). Lo hicimos cuando éramos veinteañeros y todavía nos lo piden para tocarlo. Cuando empezamos a hablar de un show en Chile, no teníamos la idea de hacer un concierto especial. Pero nos pidieron hacerlo y lo vamos a hacer con mucho gusto.
-Pero también tienen música nueva. El año pasado sacaron el disco “Architecture of a god”, el primero después de 7 años. ¿Cómo ha sido todo ese proceso?
-Es un álbum muy importante para nosotros, también vamos a tocar canciones de ahí. Para mí tiene la misma importancia que un álbum como “Return to heaven denied”. Claro, los tiempos son diferentes, hoy todo se quema muy rápidamente, por internet y lo digital. Pero para mí tiene la misma fuerza e importancia de lo que hacíamos hace 20 años.
-Este 2018 también sacaron un registro en vivo, “Return to live”. ¿Es similar a lo que veremos en persona, para ir aprontándose?
-Sí, el DVD son solamente las canciones de “Return to heaven denied” más una extra. Ahora en el concierto en Santiago vamos a tocar muchas más canciones. La parte de “Return…” es tal cual porque es el álbum entero, pero el resto será diferente. Ese fue un show muy particular, fue el primero que hicimos con la nueva formación. Fue algo extraño, porque fue tocar el disco con la mitad de los músicos originales junto a los que venían llegando. Pero lo hicimos con mucho gusto, fue increíble ver al público. Gente que llegó desde Brasil, desde Japón, desde Rusia. Como te decía, todavía no entendemos por qué a la gente le gusta tanto este álbum.
-Quizás es parte de la magia no saber cómo se dan estos sentimientos que provoca la música.
-Es algo que no es matemático. No hay una fórmula. A veces haces una canción que para ti es la mejor y al público no le gusta. A veces haces algo que no tiene ninguna diferencia con la anterior, y la aman. Te diré qué es lo que creo: “Return to heaven denied” salió en un período en que todavía no había tomado tanta fuerza internet. Teníamos un fans club a fines de los 90 y había muchos fans que nos escribieron para dar gracias por ese material, porque habían escuchado tal o cual canción en un momento especial, «conocí a mi polola», cosas así. Creo que la razón de que la música permanezca es porque está conectada con sentimientos de nuestra vida real. Eso es.
-Hablando de recuerdos, ¿cómo recuerdas la primera vez de la banda en Chile hace 18 años? ¿Se sorprendieron de encontrar tantos y tan efusivos fans a este lado del mundo?
-Sí, fue algo increíble, la primera vez que como banda tocamos en Sudamérica. Fue una gira larga, como de 40 días. Y desde el primer día que llegamos a Chile fue algo especial. La gente fue muy amigable, como te decía, caliente pero respetuoso. A esas alturas uno ya está cansado y no tiene muchas ganas de hacer cosas, pero todo allá fue muy divertido. De esa manera Chile permaneció en los corazones de nosotros. Fue muy importante y de verdad todos los que están de esa época están felices de tocar ahí nuevamente.
-Estamos hablando de una época en que el power metal italiano estaba con todo. ¿Cómo ves ese movimiento en retrospectiva, y cómo ves que sigue hasta hoy?
-Suelen preguntarme por qué muchas de esas bandas de esa época no continuaron, qué pasó. La verdad es que hay muchas bandas que han salido desde Italia y hacen buena música. Lo que yo creo es que demasiadas bandas no intentaron hacer algo nuevo. No es un problema solamente del power metal italiano, sino de todos lados. Durante cinco o seis años salieron álbumes muy buenos y fuertes, pero casi siempre la misma cosa. Eso cansa cualquier movimiento. Pasó también en otra época con géneros como el thrash, el death o el black metal. Cuando un género aparece, provoca interés por la novedad. Y si no va ofreciendo algo nuevo, irá bajando la atención. Ahora parece que de nuevo está subiendo el interés, porque algo cambió: muchas bandas, como nosotros, se están convirtiendo en algo más progresivo. Progressive Power Metal. Que simplemente significa traer algo nuevo y mezclarlo con el power metal. Al público le gusta “Return to heaven denied”, pero no sería interesante grabar lo mismo cada año.
-Absolutamente. Decías al principio que eres hincha de la Selección Chilena de fútbol, ¿te gusta mucho ese deporte? Lamentablemente este año ni Chile ni Italia estuvieron en el Mundial, no tuviste por dónde.
-Sí, desafortunadamente no tuve equipo (risas). Soy fanático, jugué como arquero. De Chile me gusta Colo Colo, tengo muchas camisetas y a veces me han sacado fotos tocando con ella. Para mí es una manera de acercarme un poco a ese magnífico país que todavía quiero mucho.
-Y de Italia, ¿cuál es tu equipo?
-Atalanta. Un pequeño club con una historia muy larga, no ganamos mucho pero me gusta la idea de un equipo pequeño, porque cuando ganas algo es más fuerte y valioso que cuando lo hace un club grande que siempre gana todo como Real Madrid o Barcelona. Para mí no hay gracia en ganar como el Barcelona, porque tiene la plata, los mejores jugadores, tiene todo. No se me hace interesante así.
-Adhiero totalmente. Terminemos con esa sabia reflexión. Muchas gracias, Olaf.
-Gracias a ustedes, nos vemos el 5 de septiembre en Santiago.
Las entradas para ver a Labyrinth en el Club Blondie, con las bandas invitadas Valinor Excelsior (Colombia) y los nacionales Invasión y Drake, están por sistema Ticketek y tiendas Hites, sin recargo en tienda The Knife (Eurocentro) y tienda Rock Music (Portal Lyon).