La artista, que se encontraba hospitalizada en Detroit en «estado muy grave», murió tras décadas siendo todo un símbolo de la lucha feminista y de los derechos de los afroamericanos.
La voz de quien pasó toda una vida convertida en símbolo feminista y de los derechos de los afroamericanos, finalmente, se ha apagado: Aretha Franklin, conocida en todo el mundo como «la reina del soul», falleció a los 76 años de edad en Detroit, Estados Unidos, después de revelarse que estaba hospitalizada «gravemente enferma», según reporta TMZ.
Aunque siempre fue muy discreta al respecto, Franklin llevaba varios años luchando contra distintos problemas de salud entre los que se encontraba el cáncer de páncreas por el que fue sometida a cirugía en 2010, mismo año que canceló sus conciertos. Posteriormente, en 2016, también canceló una gira por recomendación médica. Un año después, la intérprete anunció su retirada definitiva de los escenarios, aunque, pese a su adiós, declaró que no pararía por completo y que estaba preparando un nuevo álbum producido por Stevie Wonder.
A diferencia de otros artistas y a pesar de sus secretos y contradicciones, Franklin no necesitó más que el soul y el jazz para transformarse en un icono capaz de brillar por sí solo sin necesidad de llevar la voz cantante en marchas o manifestaciones políticas. Canciones como «You Make Me Feel Like a Natural Woman», «Respect» o Think son solo algunos de los muchos temas que terminarán quedando para el recuerdo de una figura irrepetible que ha partido dejando un legado eterno en la historia de la música popular.