Felipe Osiadacz y Fernando Candia han estado desde el 4 de agosto de 2017 en prisión preventiva.
Han sido meses de angustia y gestiones para evitar un desenlace trágico, y bajo ese contexto este martes se inició el juicio de los jóvenes chilenos que podrían ser ejecutados en la horca en Malasia.
Fue una audiencia breve, ya que el fiscal no pudo asistir, por lo que el proceso continuará este miércoles, y en el cual los nacionales tienen cinco escenarios posibles. Felipe Osiadacz y Fernando Candia han permanecido en prisión preventiva en la cárcel de Sungai Buloh, tras ser detenidos el 4 de agosto del 2017 por su presunta participación en la muerte de un hombre.
De acuerdo a los cargos que estipula el Código Penal de Malasia y considerando los antecedentes del caso, los chilenos pueden morir ejecutados, pasar años en la cárcel o salir libres:
1.- De ser encontrados culpables de asesinato, serían castigados con la pena muerte.
2.- Si establecen su culpa respecto de un homicidio culpable -no equivalente a asesinato- en que acto que causó la muerte es realizado con la intención de provocarla, la pena máxima puede llegar a 30 años, con una multa o ambos.
3.- También se puede establecer como homicidio culpable, pero en que el acto que causó la muerte fue causado con conocimiento que pueden causar la muerte, pero sin intención de provocarla. En ese caso la pena máxima puede llegar a 10 años o multa o ambos.
4.- Otra opción es el homicidio por negligencia, cuando se comete con imprudencia o negligencia. La pena puede ser por hasta un máximo de 2 años, con una multa, o ambos.
5.- Un punto importante es que el sistema de Malasia también reconoce la legítima defensa, la cual libraría de cualquier castigo a los nacionales.
Cabe señalar que el Código Penal de Malasia también otorga la posibilidad de apelar a la sentencia emanada ante la Corte de Apelaciones y, eventualmente, frente a la Corte Federal.